Director: Xavier Giannoli
País: Francia
Año: 2021
Reparto: Benjamin Voisin, Xavier Dolan,
Cecile de France, Salomé Dewaels, Vincent Lacoste, Gerard Depardieu, Jeanne
Balibar
Esta película tuvo 15 nominaciones a los premios Cesar
Para quienes admiramos la obra del gran escritor francés Honorato de Balzac, tener la oportunidad de ver representado una de sus más entrañables novelas como es “Las ilusiones perdidas”, siendo fiel a la esencia de su texto y a sus personajes, es un verdadero tesoro.
La magnífica producción francesa cuenta con una impecable ambientación, excelentes actores y una puesta en escena que, gracias a la voz en off y al énfasis que tienen los diálogos en momentos claves de la obra, la hacen comprensible aún para quienes no hayan leído su texto. El recuento que se va haciendo de los acontecimientos con extractos sobre las reflexiones que hace Balzac en su novela permiten ese acercamiento al espíritu de su obra.
El protagonista de “Las Ilusiones perdidas”, Luciano de Rubempré, es un hombre destacado en la pléyade de personajes de “la comedia humana” -el compendio de los libros de Balzac que retratan con realismo los finales del siglo XVIII y la primera mitad del XIX en Francia-. Se trata de un joven de provincia, idealista, inteligente, sensible, amante de la poesía, que es seducido por París, ciudad en la que prevalece una clase aristocrática y en donde empieza a surgir una burguesía arribista que ambiciona los privilegios de aquella: “la nueva aristocracia era la del dinero”.
Luciano ignora el mundo de las intrigas al cual debe enfrentarse y los caminos que se deben recorrer para acceder a un lugar de reconocimiento en él, pues en un ambiente dominado por las apariencias y la hipocresía solo importan las influencias para ascender y los favores que se puedan otorgar para permanecer. Este círculo social que empieza a descubrir lo embriaga y lo absorbe llevándolo a abandonar su propósito inicial como escritor: “Que era Luciano en este mundo de ambiciones? Un niño que corría tras los placeres de la vanidad sacrificándolo todo a ellos”.
Llegado a Paris de la mano de la condesa Louise de Bargeton, patrocinadora de su primer libro de poemas titulado “Las margaritas” y quien se convierte en su primer amor, muy pronto debe dimensionar sus pretensiones pues no tiene títulos ni riquezas. Gracias a su talento y al apoyo de parte de Lousteau, jefe de redacción de un pequeño periódico liberal, provinciano y con intereses intelectuales como él, accede como redactor. En él se imprimen diariamente en un par de hojas las críticas a las obras de teatro que se presentaban (entretenimiento más popular y rentable de la época), a los libros publicados y así mismo se hacían referencias a personajes de la aristocracia. Al igual que Luciano, Lousteau tuvo en sus inicios ilusiones como escritor, pero terminó aceptando que como jefe de redacción “mi trabajo es enriquecer a los accionistas del periódico y de paso recolectar todo lo que es posible”.
La pluma afilada de Luciano pronto se destaca y rápido también aprende a moverse en ese mundo donde las críticas se negocian, los halagos se pagan y todo escrito es un artículo que se compra o se vende “El propósito no era informar al lector sino halagar sus opiniones o más bien, creárselas”. La escena donde Lousteau y Luciano hablan de aquel entorno y en particular sobre un buen libro de Nathan, novelista de moda, pero sobre el cual deben hacer una crítica demoledora, es de un cinismo total a partir del juego de frases ingeniosas entre ambos: “la polémica es lo más importante, es lo que hace hablar y por lo tanto vender”.
En el mundo del espectáculo Luciano conoce a Coralie, una actriz de bulevar que se convierte en su amante y con la que pretende sostener un mundo de desenfreno y de lujo, donde empieza a malgastar por encima de sus posibilidades.
No satisfecho con su situación de plebeyo, Luciano busca inútilmente la manera de acceder a un título de la nobleza a través del apellido de su madre, y con la aparente ayuda de la condesa de E’spard, prima de La baronesa de Bargeton, quien lo había rechazado en un principio por su condición social y por su falta de roce con la clase aristocrática.
Luciano empieza a hacer lo necesario para conseguir su propósito: asiste a fiestas con los jóvenes de la nobleza, hace parte de sus juergas y de sus derroches, renuncia al diario que lo apoyó y se dedica a trabajar con el diario fundado por la contraparte monárquica, a la que tanto criticó.
Muy pronto se ve acosado por las deudas, embargados sus bienes y en esta lamentable situación es preso de las trampas de aquellos a quienes despreció o que simplemente vieron en él a un “aparecido” que deberían quitar del camino.
En el desenlace final cuando Luciano se encuentra sin alternativas, dos hechos se encargan de hundirlo definitivamente: la obra de teatro del escritor Racine que va a representar su amante Coralie, por la que pagó para que ella fuera elegida como su protagonista y, los textos que le pide escribir su primer jefe en el diario en el cual se inició, prometiéndole publicarlos de manera anónima dadas las revelaciones privadas que hará Luciano sobre personajes conocidos por el público. La preparación de su caída es dispuesta de manera meticulosa por todos aquellos que desean regodearse con su fracaso pues “tuvo la torpeza de mostrar su éxito y peor aún, su felicidad”. En la última escena, que difiere un poco de la del libro, se insinúa el camino que tomará Luciano.
Esta película anima a releer o a introducirse en la lectura de las obras de Honorato de Balzac, las cuales siguen vigentes después de más de siglo y medio de haber sido escritas. Nadie como él, supo describir de manera tan fidedigna la condición humana, con sus oscuridades como la envidia, el odio, la mezquindad, la avaricia, pero también con su inmensidad a través de la generosidad y la capacidad de sacrificio.
Del Director: Xavier Giannoli es director, guionista y productor. Nació en Francia en 1972. Otras de sus películas: “Marguerite”, “La aparición”, “Crónica de una mentira”, “El cantante”, “Superstar”,
