jueves, 26 de octubre de 2017

CEZANNE


Directora: Daniele Thompson
Año: 2017
País: Francia
Protagonistas: Guillaume Galliene, Guillaume Canet, Alice Pol, Deborah Francoise

Mucho hemos oído de Cezanne, el gran pintor de la segunda mitad del siglo XIX y también de su contemporáneo Emilio Zola, el escritor francés de reconocimiento mundial. Lo que no todos sabíamos era de la gran amistad, iniciada desde su niñez, que estos dos artistas tuvieron durante buena parte de su vida.

Esta película se centra en la relación de estos dos hombres, que fue entrañable mientras duró, en un momento trascendental en la historia de las artes en Francia, con el surgimiento de nuevos movimientos pictóricos, el impresionismo y el posimpresionismo y un movimiento literario, el naturalismo, y de los cuales, tal vez sin proponérselo, cada uno en su respectivo campo, fue fiel representante.

A partir de una de las visitas de Paul Cezanne a Emilio Zola, a París, la película nos hace un recorrido por las historias, particulares y también compartidas, de estos personajes y de las vicisitudes que cada uno tuvo que enfrentar en su oficio.
Cezannne provenía de una familia acomodada, en tanto que Zola, huérfano muy joven, tuvo que enfrentar junto con su madre, muchas dificultades para sobrevivir. Estos inicios, cambian radicalmente en la adultez, pues el escritor triunfa relativamente joven y logra una situación económica solvente, mientras que el pintor rompe con su familia, enfrenta por muchos años la pobreza y solo tiene reconocimiento en sus últimos años de vida.

Desde el punto de vista estético hay mucho que disfrutar pues la cinta es rica en paisajes y personajes que nos remiten a estampas de los pintores impresionistas plasmadas en sus obras: los paisajes de AIX en Provence, el pueblo en el que ambos artistas crecieron, con sus ríos, lagos; los bañistas que tanto Renoir como Cezanne pintaron; los paseos con jóvenes en el prado almorzando típicos de Renoir; las mujeres con sombrillas en los campos pintadas por Monet; la montaña  Sainte-victorie, que fue objeto de muchas de las obras de Cezanne.

Los diálogos de los protagonistas son muy profundos. Se destaca la discusión que ambas tuvieron cuando Zola escribió “la obra”, sobre un artista fracasado, que para Cezannne reflejaba su propia historia a través del personaje principal Claude Lantier, y que se constituyó en el motivo de disputa de los artistas quienes no vuelven a relacionarse.

La decisión de Cezannne de separarse de su padre, quien esperaba que su hijo fuera banquero como él, fue una importante razón para convertir al pintor en un anacoreta, que lo llevó a vivir aislado muchos años, a tener problemas de convivencia con otros y a resentir el éxito de su amigo.  Zola, quien muchas veces ayudó económicamente a Cezanne y a su esposa, reclama el egocentrismo del pintor y su poca consideración con los problemas que él enfrenta como escritor, pues, aunque para la época uno de sus libros fue ampliamente reconocido, “el germinal”, sintió que su producción posterior se estancó.

Es quizás en el énfasis de los rasgos más característicos del pintor y del escritor donde reside el mayor logro de la película: la persistencia de Cezanne y su capacidad de aguantar la frustración pues, aunque fue criticado, rechazado varias veces por los salones de artistas (única vitrina de la época para exhibir la obra), no abandonó su camino. Al mismo tiempo nos muestra una personalidad huraña, aislada e insegura. En el caso de Zola, la disciplina en su oficio, en el que se empeñó desde muy joven y en el que persistió a pesar de las angustias económicas, sin ninguna   garantía de éxito.

Aunque la película también presenta las relaciones de estos artistas con sus parejas, no tienen mucha relevancia. Cezannne se nos muestra como un misógino, con poca estima por las mujeres, tanto en su relación con Alexandrine (quien posteriormente sería la primera esposa de Zola) y después con Hortense. En una de las escenas Hortense le reclama la obsesión de Cezanne por una de sus obras, en la que sirvió como modelo, y a la que demuestra más consideración que a ella como esposa y como mujer. Zola por su parte, además de Alexandrine, tuvo una relación con Jeanne con quien tuvo dos hijos.

Como la película termina cuando la relación entre estos dos artistas finaliza, no alcanzamos a vislumbrar el éxito alcanzado por el pintor al final de su vida, y esto se resiente.
En el caso de Zola y también por el mismo hecho de centrar la película en la relación con su amigo Cezannne, no apreciamos la dimensión social que alcanzó a tener su obra más allá de Francia, pues al igual que Balzac, retrató con gran veracidad los hechos de su época a través de la novela.

De todas formas, lo que podemos constatar durante los años de la relación de estos dos genios franceses, narrada en la cinta, nos llena de entusiasmo por conocer sus vidas, pero especialmente sus obras.

¡Vidas extraordinarias, película extraordinaria!

lunes, 9 de octubre de 2017

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: CHURCHILL Y DUNKERQUE


CHURCHILL

Director: Jonathan Teplitzky
Año: 2017
País: Estados Unidos y Gran Bretaña
Protagonistas: Brian Cox, Miranda Richardson, Jhon Slattery

Estamos en 1944, un año antes del fin de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos se ha unido a los países aliados para combatir a Hitler, en tanto que Francia se encuentra invadida. Se prepara entonces un desembarco en las costas de Normandía que obligue a retroceder a los alemanes, impida su llegada a Inglaterra y permita la liberación de Francia. La estrategia es preparada por Eisenhower (Estados Unidos), Montgomery (Inglaterra) y la participación del primer Ministro Inglés Winston Churchill.

En este contexto histórico, la película se centra en la dimensión personal del líder Ingles, enfocado en un momento muy concreto: los días que transcurren entre el diseño de la estrategia del desembarco y el día de inicio del mismo. Este hecho será determinante para el futuro de la guerra.

Más que mostrar lo que significó esta decisión, vemos, a lo largo de 111 minutos, a un Churchill en sus diferentes dimensiones. Su desgaste como estratega de guerra, al cotejarse con nuevas figuras como las de “Ike” y “Monty”, comandantes de Estados Unidos y de Inglaterra respectivamente. El temperamento de confrontación de Churchill, quien, por su participación en guerras inglesas anteriores, se sentía con derecho a opinar al mismo nivel que los militares. Sus discusiones con Eisenhower, que reflejan su testarudez y sobre todo, la dificultad para quedar al margen de las decisiones.

Se da espacio en la cinta a las relaciones de Churchill con su esposa, Clementine, la persona que no temía exponer su criterio para enfrentarlo y mostrarle sus limitaciones, en momentos en que una nueva generación de líderes se estaba abriendo paso; así mismo, para atemperar un personaje que avasallaba a las personas que trabajaban con él y para que se sobrepusiera a la depresión y a los cambios de temperamento por su adicción al alcohol.

Igualmente, se nos presenta relación con Stugg, su edecán y tal vez otra de las pocas personas en quien Churchill confiaba, pero con quien continuamente discutía.

Hay dos escenas que más parecen de teatro que de cine y que por sus diálogos deben destacarse. Una, es la conversación con el rey Jorge VI de Inglaterra, quien intercede para que Churchill deje actuar a Eisenhower, donde se nos muestra a un primer ministro respetuoso de la corona y de lo que ella representa. La segunda, es el rezo en su habitación pidiendo que llueva, antes del día D, para evitar el desembarco y que se produzca una masacre contra los soldados ingleses, pues su temor es que se repita el fracaso de la batalla de los Dardanelos, en la que él participó y que en 1915 (I guerra mundial) llevó a la muerte de un número importante de sus compatriotas.

La película retrata más que al líder, al hombre, quien también tiene dudas y temores, pero que siente la responsabilidad de garantizar un futuro no solo para su país, sino para buena parte de Europa, evitando que gran parte del mundo quede subyugado a un personaje como Hitler.

La personificación que de Churchill hace Brian Cox es magnífica, pues refleja la fuerza de su carácter y la responsabilidad del líder que debe conducir a su pueblo.

Igualmente, Miranda Richardson, en el papel de Clementine, personifica con total credibilidad la carga que representa ser la esposa de un personaje recio, enseñado a hacer su voluntad, pero que ve en ella la persona capaz de cuestionarlo.

Una película introspectiva que nos muestra una dimensión de Churchill más humana pero menos difundida.

DUNKERQUE

Director: Cristopher Nolan
Año: 2017
País: Estados Unidos
Protagonistas: Fionn Whitehead, Mark Rylance, Tom Hardy

Esta película trata sobre la evacuación de soldados ingleses y de las fuerzas aliadas, del puerto de Dunkerque, en Francia, durante la segunda guerra mundial, en el año de 1940. Soldados británicos, franceses y belgas se encontraban rodeados por los alemanes quienes habían invadido Bélgica, los países bajos y Francia. Los Nazis esperaban una rendición gracias a la “tenaza” con que lograron arrinconar a las tropas aliadas, en las mayores playas de Europa.

Los días descritos en la película son aquellos de finales de mayo y principios de junio, en los cuales se buscaba, por parte del mando Ingles, que los soldados estacionados en las playas de Dunkerque, sin comida y sin manera de retroceder, alcanzaran territorio británico, a través del mar que era su única salida.

Es una cinta con pocos diálogos, pero mucho sonido: el de las bombas, el de los aviones, el de las balas. De hecho, ninguno de sus protagonistas sobresale o tiene una recordación especial. Su objetivo, es mostrar la envergadura de una operación que logró la evacuación de aproximadamente 300.000 soldados, en pocos días, en medio de los bombardeos alemanes, en un hecho que fue contundente para evitar que se capturaran o diezmaran las tropas.

La evacuación de los soldados pudo hacerse porque se generó una especie de tregua por parte de los alemanes que permitió que además de los barcos ingleses, muchas embarcaciones civiles zarparan de Inglaterra, cruzaran el canal de la mancha hasta el puerto de Dunkerque y llegaran de nuevo a su destino. Por ello, se da mérito en la película a todos aquellos ciudadanos que, arriesgando sus vidas, se embarcaron para rescatar a sus compatriotas.

A través de historias puntuales, la película refleja el drama de la operación “dinamo”, como se conoció esta evacuación: La lucha contra la aviación alemana, se nos muestra en las poderosas tomas aéreas del piloto Inglés contra sus enemigos; la colaboración que tuvo la flota inglesa, con el apoyo de cientos de embarcaciones privadas, se nos enseña con la travesía de un pequeño barco pesquero y el rescate de algunos soldados; así mismo, el hundimiento de barcos que tocaron la playa pero que no pudieron salir, mediante el periplo del soldado que tiene que hacer varios trasbordos para sobrevivir.

Estas historias, sin embargo, terminan siendo secundarias y no opacan el verdadero propósito de mostrar la magnitud de la guerra y el valor de la operación que permitió salvar tantas vidas. Escenas tan portentosas como las de la playa, con un gran número de extras (6.000), exhiben la angustia frente a la muerte y la esperanza de miles de soldados de sobrevivir. La confrontación aérea entre pilotos ingleses y alemanes muestra que la destrucción de ciudades o puertos es considerada de valor estratégico para vencer. Los hundimientos de los barcos por los bombardeos, muestran la poca importancia de la vida humana en el campo de batalla, pues hasta un barco de heridos de la cruz roja es atacado.

El manejo de estas grandes tomas y la banda sonora, a cargo de Hans Zimmer, son lo más valioso de esta película.









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