martes, 3 de septiembre de 2019

MONOS



Director: Alejandro Landes
Año: 2019
País: Colombia
Protagonistas: Moisés Arias, Julianne Nicholson, Sofía Buenaventura, Sneider Castro, Wilson Salazar

En esta película colombiana, del director Colombo Ecuatoriano Alejandro Landes, la protagonista es la trama y el calificativo para nombrarla es, tensión. Más que un papel que destaque a alguno de los personajes, el corazón lo constituye la historia que se cuenta y lo más destacable está en la forma de narrarla. 

El guión refiere un episodio que ha sido común en nuestro país (afortunadamente hoy en disminución), el secuestro, del cual es víctima una extranjera y la custodia que ello implica para unos jóvenes guerrilleros, cuyas historias no conocemos y a quienes solo identificamos por sus apodos. 

Haciendo visible lo que el secuestro significa para quien lo padece, se muestra paralelamente el drama de unos adolescentes, casi niños, pertenecientes a un grupo revolucionario. Los secuestradores padecen las consecuencias del aislamiento y la soledad, las mismas a las cuales someten a sus víctimas. Y aunque la cinta no pretende poner a éstas y a sus victimarios en el mismo plano, si nos muestra que ambos son prisioneros y que los resultados del conflicto son devastadoras tanto para unos como para otros.

Los raptores entran en un proceso de insensibilización progresiva, que empieza con el trato al secuestrado y continúa con la agresividad entre ellos mismos. A falta de diversión, buscan refugio en la promiscuidad sexual, el alcohol y el juego con sus armas. Las escenas de los guerrilleros en sus fiestas nocturnas son muy impactantes porque muestran una agresividad que busca ser canalizada. El trato con la "doctora", así llaman a la víctima del secuestro, pone en evidencia la desaparición de la persona como tal, la cual pasa a ser un objeto que debe cuidarse, por el eventual pago que representa. Una vaca, que recobra gran importancia al inicio de la película, resulta de mayor preocupación que la misma secuestrada.

Uno a uno los personajes empiezan a sufrir sus propios infiernos. La presión a la cual son sometidos los guerrilleros desemboca en conflictos entre ellos y los lleva a pelear por el liderazgo y a generar bandos en su interior. Las reglas empiezan a romperse y comienzan las reclamaciones y las denuncias ante sus superiores. Las condiciones límites conducen a estos jóvenes a tomar decisiones como el suicidio o la deserción. 

Dos escenas muestran la lenta degradación en la cual caen los personajes. Una es la de la cacería sobre Rambo, uno de los guerrilleros que decide desertar, con un desenlace trágico sobre la pareja que lo acogió, mostrando que en el conflicto no sólo sufren los bandos enfrentados, sino también la población civil. 

La otra escena es la lucha entre una de las secuestradas y la "doctora", cuando ésta última decide escapar, y el acto brutal que es capaz de cometer para defender su vida. 

El mundo apartado en el cual se desarrolla la película tiene elementos comunes con la novela "el señor de las moscas”, como lo ha manifestado el director en algunas entrevistas. Como se describe en este libro, unos adolescentes aislados de otros seres humanos, forman una comunidad en la cual empiezan a crear sus propias reglas de convivencia y sus propios liderazgos. Todas las emociones humanas salen a relucir cuando los ambientes se tornan extremos y surge lo peor de cada uno en la lucha por la supervivencia. 

Vale la pena mencionar el contraste que se percibe durante toda la película, entre el ambiente de tensión en el cual viven los personajes y la belleza del entorno, primero en el páramo y luego en la selva. Las fotografías de los amaneceres y anocheceres en las montañas, la de los ríos de gran caudal, la vegetación de la selva, son mostradas en toda su dimensión. Estos escenarios exuberantes no pueden ser apreciados por la secuestrada en su encierro, ni por los captores, debido al miedo y la zozobra que a todos acompaña. 

Desde el punto de vista técnico la película tiene grandes aciertos: la fotografía, el sonido, las escenas en el agua y la música que apoya todo el recorrido. 

Monos nos presenta una historia del conflicto en Colombia con una mirada puesta en la sicología de los personajes, más que en las armas; en un ambiente de estrés, pero rodeados de un entorno natural que, por contraste, debería invitar a la tranquilidad y a la contemplación.  

Del Director: Alejandro Landes nació en Sao Paulo, Brasil (1980), es hijo de madre colombiana y padre ecuatoriano. Dirigió la película “Porfirio” y el documental “Cocalero”.

Dos películas sobre la niñez trans: “20.000 especies de abejas” y "Monster"

  El tema sobre la transexualidad ha sido tratado en muchas películas, algunas bastante reconocidas. Menciono por ejemplo a la Belga “Girl”,...