sábado, 22 de junio de 2019

ALGO EN QUÉ CREER



Directores: Varios
Creador: Adam Price, también uno de los directores
Año: 2017- actual
País: Dinamarca
Protagonistas: Lars Mikkelsen, Ann Eleonora Jorgensen, Simon Sears, Morten Hee Anderson, Fanny Louise Bernth, Camila Lau.

Se trata de una serie danesa, presentada por Netflix, con 20 capítulos en dos temporadas. Dado el papel fundamental que en ella juega la religión, hay que decir, como parte del contexto, que en Dinamarca el cristianismo de tipo protestante luterano es la religión oficial de la cual hace parte cerca del 60% de la población. Los sacerdotes pueden contraer matrimonio, las mujeres pueden ser ordenadas y llegar a ser obispos, se acepta el matrimonio entre personas del mismo sexo. La iglesia danesa es liberal y abierta y se considera parte de la cultura, las tradiciones y las costumbres del país. 

Alrededor de los Krogh, familia sobre la cual gira la temática, con una tradición de pastores por más de 250 años, se hacen visibles dos aspectos que constituyen el corazón del guión. Uno, las tensiones permanentes entre los principios religiosos y las pasiones y vicios de una sociedad, frente a los cuales no son ajenos los sacerdotes. El otro aspecto es la culpa, la cual surge de los comportamientos que se consideran equivocados o de decisiones que acarrean nefastas consecuencias. 

La familia presidida por Johanes, patriarca y pastor, está compuesta por su esposa y 2 hijos. Uno de ellos, August, sigue la vocación del padre, que además debe ser el legado transmitido por generaciones. Por decisión propia, se alista por su país en una guerra ajena, en un territorio de mayoría musulmana. Durante una emboscada, asesina por error a una mujer inocente y este hecho marca su vida. A su regreso a casa sufre de estrés post traumático, el cual desemboca en esquizofrenia. El ocultar la verdad de lo que pasó, por consejo del padre, lo lleva a su muerte. A partir de este momento, el argumento gira alrededor del deceso de August.

La serie revela el abismo entre lo que se proclama a través del libro sagrado y las vivencias cotidianas, a pesar de las mejores intenciones de sus protagonistas. Las tentaciones humanas están allí, presentes en los actos del día a día. 

El pastor tiene sus propias ambiciones de ascender como obispo, las cuales se frustran dado su férreo y agresivo temperamento. El desengaño lo lleva a recaer en el alcoholismo con el que ha convivido, pues tanto las mujeres como el alcohol han rondado su vida. La soberbia ronda al padre y a su hijo August, pues al apegarse a la Fe en Dios, para quien todo es posible, se le niega a éste cualquier tratamiento mental. La esposa de Johanes reacciona a las infidelidades de su esposo teniendo sus propios romances. El otro hijo, Cristian, empieza a buscar su camino espiritual y tiene éxito convirtiendo sus creencias en una fórmula comercial a la cual renuncia posteriormente cuando se da cuenta de su banalidad. 

Con la muerte de August se despiertan las culpas al interior de la familia, y en la búsqueda de las razones, cada uno de sus miembros va despejando el camino para su propia redención. Johannes se da cuenta de la carga que significó para él aceptar un padre que lo oprimió y lo dirigió por el camino del sacerdocio. A pesar del amor por su oficio, él repitió la historia con sus hijos. Elizabeth, la madre, se da cuenta que debido al esfuerzo por contener a su marido no defendió suficientemente a sus hijos, especialmente a August. Cristian se siente culpable porque subestimó la enfermedad de su hermano y empieza a comprender el comportamiento de su padre, contra el cual mantenía una permanente rabia. 

Alrededor de la familia Krogh se muestran los conflictos de toda sociedad. La difícil convivencia de los cristianos con musulmanes, con judíos y aún con quienes no tienen ninguna religión. Las posiciones frente a las relaciones homosexuales, muchas veces tratada como una enfermedad que requiere ser curada. La drogadicción, y su dificultad para superarla. La eutanasia y la confrontación con los avances de una medicina que busca prolongar la vida a cualquier costo. El perdón, más difícil de aplicar para uno mismo que para los demás. Situaciones todas que enfrentan visiones diferentes y se confrontan contra las creencias y valores arraigados en la religión, la educación y la familia, pero que son presentadas con honestidad y claridad.

Las conversaciones del capítulo final constituyen un excelente epílogo. El reclamo que hace Elizabeth a su esposo, Johanes, sobre el peso de callar las verdades al interior de su familia, lo cual fue heredado de su padre; el desgaste de seguir peleando contra él por parte de su hijo y su nuera.  La conversación de Cristian con su padre, donde le expresa su miedo y el de su hermano August, por no llegar a ser tan competentes como él. El reconocimiento de que fue un padre horrible pero también fue un padre fantástico, al cual siempre vieron como un Dios. 

Son estos matices de los personajes construidos a lo largo de los capítulos, los que impiden clasificarlos entre buenos o malos, el mayor logro de la serie. Todos tienen un lado oscuro, pero también son capaces de las mayores entregas y sacrificios.  Johanes encarna estas contradicciones entre lo mejor y lo peor de un ser. Este personaje, interpretado de manera brillante por Lars Mikkelsen, tiene tal presencia en la pantalla que nos hace sentir la presión por él ejercida sobre su familia y su feligresía. 

En conclusión, un buen retrato de la familia y la sociedad, con excelentes actuaciones y una muy buena música que acompaño los inicios y los fines de los capítulos. 


viernes, 7 de junio de 2019

LA CASA DE JACK




Director: Lars Von Trier
Año: 2018
País: Dinamarca
Protagonistas: Matt Dillon, Bruno Granz, Uma Thurman

No hay término medio ni indiferencia para los espectadores de esta película, la última de Lars Von Trier, genera gusto o aborrecimiento. Dentro del estilo de filmografía del Director, la casa de Jack está repleta de excesos, pero también de belleza. Como el mismo lo manifestó en una entrevista "Si no cometemos errores o provocaciones o algo que vaya más allá, las cosas se detendrán". 

La cinta tiene dos secciones, la primera, más cruda y en momentos molesta, está concentrada en 5 crímenes. La segunda, más filosófica y artística, en el camino al infierno que Jack recorre con Verge, la voz de la conciencia o del juez, con quien mantiene un diálogo durante toda la película. 

Jack, un ingeniero, con trastorno obsesivo compulsivo, se convierte en un asesino en serie. Su frialdad y apatía fueron evidentes desde su niñez y matar se ha vuelto una adicción para él. Cinco episodios nos muestran el afán del criminal por garantizar la pulcritud de los asesinatos, la búsqueda de la estética a través de las fotografías a los cadáveres y el afán de trascender del "señor sofisticación", como el mismo asesino se hace llamar. 

El perfil de este sociópata está bien definido como el ser solitario, compulsivo con el orden, indiferente con el mundo que le rodea, que no manifiesta ningún remordimiento por sus actos. A diferencia de las series o películas sobre las mentes criminales, Jack no parece moverse por un trauma ni sus actos responden a un propósito. El mata por el solo placer de hacerlo. Es precisamente este aspecto alrededor del cual gravitan las digresiones que el director nos quiere mostrar. 

"Cuando acabo de cometer un asesinato me siento fuerte y contento, después viene el dolor y el dolor es más grande que el placer. Finalmente, el dolor es tan insoportablemente intenso que tengo que actuar”. Jack justifica su actuar criminal como un arte "el arte es más vasto de lo que pensamos". Verge, insiste en que "sin amor no hay arte". Jack contra-replica "si la glorificación podía degradar un trabajo, por qué la destrucción y la demolición no pueden hacer lo mismo y crear arte”. "Un artista debe ser cínico y no preocuparse por el bienestar de los humanos o de los dioses en el arte". 

Los asesinatos se muestran de manera bastante explícita y provocadora con el espectador.  El director parece burlarse para que haya una reacción, así sea con fastidio. Las mujeres son protagonistas en los crímenes de Jack. Una mujer que lo reta y exaspera; una viuda que se deja tentar por el aumento que podría tener la pensión que dejó su marido, la ingenuidad de una madre quien no es capaz de proteger a sus dos hijos; el exceso de confianza y la ligereza para las relaciones; la liviandad y la falta de propósito de su novia. Detrás de todos ellos, Jack manifiesta ese odio hacia las mujeres y justifica sus acciones por el proceder de estas.  "Por qué siempre es culpa del hombre?...Si uno fue tan desafortunado de haber nacido varón, entonces también has nacido culpable". 

La película ambienta el recuento que Jack hace a Verge de los crímenes, con referentes pictóricos de grandes artistas, con las imágenes del pianista Glen Gould en plena práctica de su oficio, con iconos de grandes obras arquitectónicas y así mismo con personajes de la historia reciente mundial. Con una muestra trepidante de grandes manifestaciones del hombre, artísticas, pero también de horror, el Director parece insinuar que matar es otra expresión humana más. La categoría de las imágenes y la combinación con el relato y las acciones de Jack son de una gran riqueza visual. 

En la segunda parte, Verge y Jack recorren el camino al infierno de Dante, por un túnel oscuro que desemboca en un hoyo de fuego profundo. El recorrido es impactante porque logra ambientar un final lleno de alegorías, recuerdos, y el hueco en el que finalmente cae Jack, es el epílogo de una vida sin sustancia, envuelta en la soledad y el vacío de su existencia. 

La referencias y variedad de temas de la película difícilmente se pueden abordar en su totalidad. Uno de sus méritos es el contraste entre la belleza de un arte universal a través de la pintura, la arquitectura, y la música frente a un arte que se justifica con la oscuridad y la destrucción. 

Sobre Matt Dillon, el protagonista, recae la fuerza de la película y desempeña un gran papel. Bruno Ganz, como la conciencia, merece toda la credibilidad. 

Del Director: Lars Von Trier es director, guionista danés. Nació en 1956. Estableció las reglas del manifiesto Dogma 95. Otras de sus películas son: "Melancolía", "Anticristo", "Dogville", "Contra viento y marea", "Bailarina en la oscuridad", "Europa". 



Dos películas sobre la niñez trans: “20.000 especies de abejas” y "Monster"

  El tema sobre la transexualidad ha sido tratado en muchas películas, algunas bastante reconocidas. Menciono por ejemplo a la Belga “Girl”,...