sábado, 24 de abril de 2021

 

DOS PRODIGIOSOS ACTORES EN SENDAS PELICULAS SOBRE LA DEMENCIA SENIL

FALLING

 

Director: Viggo Mortensen

Año: 2020

País: Canadá

Reparto: Lance Henriksen, Viggo Mortensen, Terry Chen, Laura Linney

 

Lance Henriksen en el papel de Willis es quien protagoniza esta película. Con una muy destacada actuación se convierte en el eje alrededor del cual gira la historia sobre un hombre ya mayor que empieza a verse afectado por una demencia senil, la cual se agrava por las posiciones radicales que sostuvo durante toda su vida y que ahora no encuentra filtros para expresarlas.

Cuando Willis decide que no puede seguir viviendo solo en su granja, por sus evidentes limitaciones, viaja junto con su hijo John a California, donde vive este último. Desde la primera escena se hacen visibles la desorientación, los frecuentes olvidos y los ataques agresivos de Willis ante cualquier requerimiento.

John es gay y vive con su esposo y la hija adoptiva de ambos. Estos hechos exacerban el malestar y el desprecio de un hombre homofóbico como su padre, los cuales manifiesta con  ofensas reiteradas  y encono hacia  su pareja. Solo su nieta lo calma y es capaz de tener un acercamiento con él.

Willis también tiene una hija, Sarah, quien aprovecha su estadía en California para que la familia pueda compartir un encuentro durante un almuerzo. La reunión sin embargo sale mal, pues cuando ella intenta hablar sobre los buenos recuerdos, su padre solo tiene palabras ofensivas para las mujeres con las cuales convivió; en su misoginia está convencido de que todas son unas putas y esa es la razón por la cual lo abandonaron. La rebeldía de sus nietos manifestada con sus tatuajes, piercing y cabellos pintados de colores, son por él criticados viéndolos como una debilidad.

El director nos lleva a través de flash back a entender la tensa relación familiar de Willis con sus dos hijos, con la madre de ellos y luego con su segunda esposa. John y Sarah se mostraban temerosos ante las reacciones violentas de su padre; la madre de ambos encuentra imposible la convivencia con un hombre que no le daba espacio y que no tenía con ella consideración; la segunda relación que él tuvo también se frustró. Todo ello alimentó en Willis un resentimiento profundo.

El padre de John pretendió educarlo desde niño como un macho que debía demostrar su hombría disparando y aprendiendo a cazar y a la hija apenas si la considera ya que califica a las mujeres en una categoría menor. Sin embargo, ante la enfermedad de Willis, sus hijos no lo abandonan porque entienden que las frustraciones son intrínsecas a un temperamento que no puede controlar y a unos prejuicios arraigados. Es su padre, y por encima de los conflictos, siempre estuvo cerca de ellos y no van a hacerlo a un lado ahora que los necesita.

Las escenas que presenta esta cinta del pasado enfatizan las actitudes despóticas y abusivas de Willis que todos de manera implícita o expresa le reclaman. Las escenas del presente invitan a la tolerancia pues ya no se justifica pelear con un enfermo. Una película dura sin duda, pero que nos invita a reflexionar sobre la dificultad de las relaciones familiares y al mismo tiempo sobre la complejidad de romper esos lazos pues al lado de los momentos amargos también están aquellos inolvidables.

Este largometraje, el primero de este director y quien también es su guionista, tiene algo de autobiográfico como el mismo lo manifestó, lo hizo “pensando en la familia como un reflejo, un microcosmos de la sociedad en general”

 

EL PADRE

 

Director: Florian Zeller

Año: 2020

País: Reino Unido

Reparto: Anthony Hopkins, Olivia Colman, Imogen Poots, Rufus Sewell, Olivia Williams.

 

Con el protagonismo de un magistral Anthony Hopkins encarnando a Anthony un hombre de 80 años, quien empieza a tener problemas con su memoria, el mayor aporte de esta película está en introducirnos en la mente de este personaje. A diferencia de otras cintas con temática similar en las cuales los espectadores asistimos como testigos externos al deterioro psíquico de los personajes, “El Padre” nos sitúa en la mente perdida del protagonista para vivir con él las angustias y el desconcierto que producen el sentirse desubicado, extraviado, desconociendo a menudo a los seres más cercanos.

Este propósito lo logra el director a través de una narrativa cinematográfica que recurre a la repetición de escenas sobre un mismo hecho, pero que son evocadas de distintas maneras por parte de Anthony. Lo mismo hace con los personajes que rodean su vida, quienes cambian su fisonomía dependiendo de cómo los recuerde el protagonista. Esta técnica nos aproxima a la enfermedad del personaje pues permite entender cómo se trastoca el tiempo, el espacio y las personas próximas, y el desasosiego que puede generar ser víctima de una enfermedad de la memoria.

La hija de Anthony, Anne, interpretada por Olivia Colman, asume el cuidado de su padre, pero empieza a sentirse agobiada con la carga, pues cada día es un nuevo comienzo para ambos con la sorpresa de no saber que recuerda su padre y que no, si la va o no a reconocer, si va a saber dónde está, si amanece agresivo o tolerante. Por esa razón Anne acude al apoyo de enfermeras, las cuales rotan constantemente debido a que no son soportadas por el paciente.

La relación de Anne con su marido se vuelve tensa dada la convivencia con una persona como su padre que no solo demanda permanente atención, sino que se agrava con la pérdida de su sentido de ubicación y del tiempo, generando ahogo y nerviosismo en la pareja.

Anne trata de entender hasta último momento lo que pasa por la cabeza de Anthony y se llena de paciencia para cuidarlo y atenderlo y por ello la decisión final que asume le genera culpas y sufrimiento. El por su parte, en los momentos de lucidez, agradece y es consciente de lo que su hija hace por él.

Las escenas en las cuales padre e hija logran estar juntos conversando como si todo estuviera normal, producen complicidad y ternura y rememoran mejores tiempos. Sin embargo, la escena final del llanto de Anthony en brazos de su enfermera pidiendo la compañía de su madre pues vuelve a un estado de indefensión infantil, nos aterriza en la nueva realidad de la cual ya no va a escapar. “Qué hay de mí? ¿Quién exactamente soy?” se pregunta.

Esa ambientación de los hechos que vienen y van tal como ocurren en la mente del protagonista, la música de ópera preferida de Anthony, con la cual empieza y termina la cinta, y las actuaciones brillantes de Hopkins y Colman hacen que merezca ser disfrutada. Una delicada puesta en escena sobre un tema sobrecogedor.

 

martes, 13 de abril de 2021

 

MINARI

 

Director: Lee Isaac Chung
Año: 2020
País: Estados Unidos
Reparto: Steven Yeun, Han Ye-ri, Alan Kim, Youn Yuh-Jung, Noel Katecho


Tres generaciones de una familia originaria de Corea del Sur conviven en las afueras de un pequeño pueblo de Arkansas, donde llegaron con el propósito de sembrar y cosechar alimentos vegetales en su propia granja. Los esposos viajaron a Estados Unidos buscando un mejor futuro y allí nacieron sus dos hijos; posteriormente y para ayudar con el cuidado de éstos, arribó la madre de ella. A partir de los 5 miembros de esta familia se recrea la lucha de los inmigrantes por salir adelante en otro país, enfrentando unas costumbres y una cultura diferentes.

La película desarrolla una historia simple, sin espectacularidades, que nos hace testigos de las angustias de la pareja en su intento por cultivar el terreno adquirido con los ahorros de su trabajo inicial en California, todo esto con el propósito último de alcanzar su independencia. Los obstáculos propios de iniciar una actividad en la cual no tienen experiencia y el afán por recoger frutos antes de que se acaben los pocos recursos con que cuentan, hacen parte de sus preocupaciones en su día a día.

A la par con el desarrollo del cultivo, Jacob y Mónica (la joven pareja), trabajan en una empresa de pollos, con lo cual poco tiempo les queda para socializar y disfrutar. Los oficios de casa, del cultivo y del criadero donde laboran como obreros, absorben su cotidianidad.

De otra parte, la convivencia entre la abuela y sus nietos confronta la tradición coreana de ella, con la cultura estadounidense en la cual fueron ellos educados. Esta relación en principio distante, hasta el punto que varias veces el nieto se refiere a ella como “tú no eres una abuela de verdad”, pues no se adapta al estereotipo americano, va evolucionando y desarrollando empatías y aprendizajes mutuos. Precisamente uno de los hechos simbólicos es la siembra que hacen juntos de la planta de Minari, una variedad de apio de agua traído desde Corea, el cual da título a la cinta.

Hechos sucedidos en el desarrollo del negocio agrícola, con la salud de la abuela, con los reclamos mutuos de la pareja, en las pocas relaciones con la comunidad a través del encuentro semanal en la iglesia del pueblo, marcan el desarrollo de la trama.

Más que grandes acontecimientos, la honestidad con la cual esta película nos relata las vicisitudes que implica cualquier éxodo a través de las experiencias de esta familia, con sus pequeños éxitos y fracasos, es suficiente para tener una mirada sobre el panorama que deben afrontar quienes salen de su país con la esperanza de construir un mejor porvenir.

El director ha definido su película como semi-autobiográfica ya que no es un reflejo exacto de la realidad, pero como el mismo lo manifestó: “...de alguna manera la idea es la misma, intentar contar una buena historia”.

Sobre el director. Lee Isaac Chung (nacido en 1978), es un director y guionista estadounidense. Minari ha sido galardonada con varios premios en el festival de Sundance, en los globos de oro y es candidata a los premios Oscar en las categorías de mejor guión y mejor director.

 

 

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