lunes, 13 de junio de 2022

DRIVE MY CAR

Director: Ryusuke Hamaguchi

País: Japón

Año: 2021

Reparto: Hidetoshi Nishijima, Toko Miura, Reika Kirishima, Masaki Okada

Premio Oscar 2022 a la mejor película extranjera


Esta película tiene ingredientes literarios muy destacados pues está basada en un cuento del autor contemporáneo japonés Haruki Murakami e involucra así mismo una obra de teatro del gran escritor ruso de la segunda mitad del siglo XIX, Antón Chejov. He leído con mucho disfrute obras de ambos autores, así que sus referencias en el desarrollo del guión me parecieron del mayor interés.

La historia gira alrededor de Yaseko Kafuku, un actor de teatro, y de su esposa Oto, una escritora de guiones para televisión. En la primera parte, que transcurre durante muy pocas escenas, nos acercamos a una relación de pareja aparentemente equilibrada y feliz, hasta el día en que, abruptamente, cuando el hombre llega a su apartamento, encuentra a su mujer tirada en el suelo inconsciente. A pesar de ser conducida al hospital, la hemorragia cerebral de la cual fue víctima ciega la vida de Oto.

En la segunda parte de la cinta cuando verdaderamente se desenvuelve la trama, Kafuku es invitado a Hiroshima para presidir el festival de teatro que allí se llevará a cabo y para dirigir la obra de teatro “El tío Vania”, de Chejov, con la cual él había obtenido reconocimiento gracias a sus numerosas y destacadas interpretaciones en el papel principal.

En Hiroshima Kafuku se dedica a la selección de actores que harán parte de la obra que pondrá en escena, siendo uno de los escogidos Takatsuki, quien fue amante de su esposa. El nuevo ambiente permite a Kafuku conocer personas dentro de los organizadores del festival y tener contacto con la conductora que le fue asignada para su trasporte. Ella fue rechazada al principio (el director disfruta conducir el mismo mientras va oyendo las grabaciones que con su propia voz le dejó su esposa para que ensayara su papel de Vania), pero muy pronto se convertirá en una interlocutora importante para él.

Las conversaciones con todos ellos y el conocimiento de sus historias le van permitiendo a Kafuku entender y verbalizar la suya propia y le dan un espacio de reflexión para mirar su pasado y la relación que tuvo con Oto.

A partir de la obra “El tío Vania”, admirada por Kafuku entrañablemente y cuyos diálogos oye de manera incesante en sus recorridos en auto hasta la vivienda que le fue asignada en las afueras de la ciudad, somos los espectadores quienes vamos comprendiendo los entretelones de su vida, aún más que los de la obra de teatro.

Así mismo el argumento de una de las historias elaboradas por su esposa, que también comparte con su amante, le permite al protagonista ir llenando los vacíos que surgieron en la convivencia con ella y que él no había comprendido. Solo el amante de Oto supo el fin del guión que ella estaba escribiendo y cuando se lo comparte a Kafuku le aclara muchas incógnitas respecto al comportamiento y al sufrimiento de su esposa.

Tres historias se entretejen entonces: la del presente del director con sus actores, la de la obra de teatro “el tío Vania” y la del argumento que Oto estaba construyendo.

Los apartes escogidos de “el tío Vania” y que nos son presentados en la cinta, hacen referencia al desasosiego del protagonista y a sus interrogantes con la vida: “amor y vida mía, que hago con ustedes?”. Hacen visible el dolor por la infidelidad: “entiendo que la verdad, sea cual fuera, nunca es tan terrible. Lo más temible es la incertidumbre”. Kafuku considera que Chejov es aterrador porque “cuando lees sus líneas sale tu verdadero yo”.

El acercamiento con la conductora y su historia de dolor, así como la aproximación a la vida del traductor del festival y de su esposa, le permiten comprender que hay realidades tan dolorosas como la suya, pero sobre todo le facilitan hacer la catarsis de una culpa y una pena que tenía escondidas. “Cuánto sufro. Que se le va a hacer. Hay que vivir”, dice el tío Vania. “Y si ella sólo quería que la escucharas?” le cuestiona su conductora cuando le comparte las experiencias que él tuvo con su esposa. “Aunque creas que conoces bien a alguien no puedes descifrar por completo su corazón”, piensa él.

Muchos aspectos pretende abarcar la película, y como en las obras de Murakami, a veces hasta extremos que parecen excesivos pues empiezan a jugar con la fantasía, pero los diálogos terminan siendo tan llamativos que se constituyen en el corazón de la cinta. Los hechos exagerados de muchas de las historias allí contadas recogen realidades que nos invitan a reflexionar profundamente sobre la condición humana. El final, lleno de incógnitas, poco importa pues pudimos construir, armando las piezas como en un rompecabezas, lo que era relevante de la vida de sus personajes.

Una interesante compilación de dramas personales, con una actuación de parte de Hidetoshi Nishijima, su protagonista, destacada y unas escenas de recorrido por carretera realmente hermosas. Una película que vale la pena ver sin ninguna duda.

Del Director: Ryusuke Hamaguchi es un guionista y director japonés, nacido en 1978. Otras de sus películas: Documental “voces desde las olas” sobre los supervivientes del tsunami japonés, “Happy Hour”, “Asako I y II”, “la ruleta de la fortuna y la fantasía”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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