viernes, 4 de junio de 2021

JUDAS Y EL MESÍAS NEGRO

 

Director: Shaka King

Año: 2021

País: Estados Unidos

Reparto: Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfield, Jesse Plemons, Dominique Fishback, Martín Sheen

 

Cómo un joven de 21 años puso en jaque al FBI y obligó a esta entidad a diseñar toda una estrategia de infiltración para espiarlo, es la visión que reproduce esta película, a partir de la mirada de un director negro, Shaka King, sobre la vida de Fred Hampton, integrante de las panteras negras.

El grupo mencionado, fundado en California, estuvo activo entre 1966 y 1982. Buscaba reivindicar los derechos de la población negra, recurriendo a las armas (defendían el derecho a su porte) y a la violencia. Dentro de su ideario socialista estaba el no ser agredidos por la policía y en hacer una revolución por y con el pueblo que permitiera mejores condiciones de vida en cuanto a educación, vivienda y salud. Fred Hampton llegó a ser el presidente de las panteras negras en Illinois y su vicepresidente nacional.

La película, basada en hechos reales, se desenvuelve en este contexto. Inicia cuando William O’neal -Bill- un estafador de poca monta, llega a un bar donde solo hay clientes negros y se hace pasar por agente del FBI, con el único propósito de robar el carro de uno de los jóvenes que allí departen. Cuando Bill es capturado y llevado donde el agente Roy Mitchell, funcionario de la agencia, éste lo chantajea para que, a cambio de una condonación de su pena, se infiltre en el grupo de Hampton y brinde información valiosa que permita conocer los movimientos de las panteras negras.

A través de la relación entre Bill, Hampton y sus militantes, las interacciones con la colectividad que los apoyaba y los enfrentamientos con la policía, se desenvuelve su trama. Hampton era un líder indiscutible por su capacidad de convocatoria, su ascendencia sobre los negros y una oratoria que lo hizo famoso. Su activismo y capacidad de trabajo con la comunidad lo convirtieron en un dolor de cabeza para el FBI, quien calificó al grupo que lideraba como una amenaza para la seguridad interna de Estados Unidos.

La película hace una muy buena aproximación al perfil de este líder y a su proyección estratégica pues trató de convocar a las minorías de Chicago: puertorriqueños, los crowns, los stones (dos tribus urbanas), e incluso a los blancos pobres para que se unieran en una causa común, dentro de lo que él denominó “la coalición arco iris”.

En aquel momento histórico de los Estados Unidos los negros eran excluidos, oprimidos y sus derechos eran vulnerados por parte de las autoridades, razón por la cual nacieron grupos que, como el mencionado, ofrecían esperanzas para defenderlos y abogaban para que sus reclamos fueran oídos a cualquier precio. Sin embargo, la violencia con la que se hicieron visibles generó como respuesta más odio, represión y resentimiento de parte de quienes se sintieron atacados y de familiares y compañeros, víctimas de sus asesinatos. Muchos líderes con relevancia nacional pagaron con su propia vida la lucha por sus ideales, como fue el caso de Malcom X, citado en la película, quien no era parte de este grupo, pero era considerado un modelo a seguir.

En un terreno en el cual se recurre a la violencia de lado y lado, a métodos poco ortodoxos para lograr los objetivos, empieza una espiral de odio y degradación. Las panteras negras creen que han soportado un maltrato por años y que había llegado el momento de dejar de agachar la cabeza y hacer justicia por propia mano. La policía por su parte, decide que hay que acabar con la violencia por ellos generada, así haya que sobrepasar la ley. Por supuesto esto no termina bien.

El director logra una aproximación a la confrontación vigente a fines de los años 60, entre las panteras negras y la autoridad pública, que sigue teniendo repercusiones en la actualidad puesto que muchas heridas quedaron abiertas. (Basta mencionar el movimiento social “Black lives matter” tan relevante en la última década). El espectador se enfrenta con las realidades y las manipulaciones de cada lado, lo que permite una perspectiva para concluir que ninguno es tan bueno como se ve a sí mismo ni tan malo como cree que es el otro. Una mirada que intenta ser imparcial para comprender el origen de los sentimientos de cada bando.

Así como se muestran los programas comunitarios de las panteras negras, entregando desayunos a los niños y construyendo centros de salud durante el día, también están los enfrentamientos a tiros con agentes del orden durante las noches. Igualmente se presenta el rol de los funcionarios del FBI y de la policía haciendo inteligencia y defendiendo el orden público, pero en simultánea violando la ley para lograr los resultados exigidos en capturas y en aniquilar a los enemigos señalados. Un espejo que siempre tiene dos caras.

La cinta involucra imágenes de archivo sobre el grupo de las panteras negras y sobre una entrevista (la única que dio el espía William O’neal), a una cadena de TV pública en 1989 donde habla de su infiltración y del rol que cumplió al lado de Hampton. Al año siguiente de estas declaraciones, Bill se suicidó.

Dos actores tienen una actuación destacada en esta cinta. Uno es Daniel Kaluuya, quien interpreta a Hampton, reconocido por la película “déjame salir” por la cual fue nominado como mejor actor en los premios Oscar de 2018. Con esta nueva cinta ganó el Oscar 2021 a mejor actor de reparto. El otro que sobresale es Lakeith Stanfield, quien interpreta a Bill, nominado a los Oscar 2021 como mejor actor de reparto por este mismo film.

La historia narrada en esta cinta cobra vigencia en los actuales momentos.

Del Director. Shaka King nació en 1980 en Estados Unidos. Actualmente vive en Brooklyn. Otras películas suyas: Newlyweeds (2013), Mulignans (2015). Judas y el mesías negro fue nominada como mejor película en los premios Oscar 2021.

 

 

  

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