martes, 30 de abril de 2019

EL HOMOSEXUALISMO EN LA COMUNIDAD JUDIA: DOS PELÍCULAS



Dos películas abordan el amor gay en la comunidad judía: "Desobediencia" y "El repostero de Berlín". En la primera es el amor adolescente que revive después de varios años entre dos mujeres; en la segunda, el amor adulto entre dos hombres. 

Ambas desarrollan la dificultad que debe enfrentar el/la homosexual en este entorno, al punto que le toca decidir entre esconder su condición y acomodarse al medio o hacerla manifiesta, enfrentar el repudio y alejarse.


DESOBEDIENCIA


Director: Sebastián Lelio
Año: 2017
País: Reino Unido
Protagonistas: Rachel Weisz, Rachel McAdams, Alessandro Nivola


Ronit, una fotógrafa residenciada en Nueva York, hija de un rabino judío respetado y estimado en su comunidad, regresa a Londres al entierro de su padre. 

En el encuentro con sus familiares y amigos Ronit no es bien recibida. Un hecho que todos quieren mantener oculto, fue la causa de la abrupta salida de su casa siendo muy joven. Hay un reclamo silencioso respecto al comportamiento que ella tuvo en el pasado con su padre y pocos quieren aceptar su presencia. 

Una pareja de amigos que tuvo Ronit en su juventud, ahora marido y mujer, la acogen en su casa. El, David, se convirtió en el pupilo del rabino fallecido y aboga porque Ronit pueda tener un espacio en las honras fúnebres de su padre. Ella, Esti, se muestra cohibida e intimidada con la nueva visita. 

Durante los días de estancia, Ronit y Esti reviven el romance que tuvieron en la adolescencia y se descubre el motivo de la pelea, años atrás, entre el rabino y su hija. 

Teniendo en cuenta el tratamiento que recibe la mujer en la comunidad judía ortodoxa, ubicada a un nivel inferior al del hombre, destinada a ser madre y esposa, no hay espacio para la homosexualidad y menos para el lesbianismo. 

Escenas como aquella de la de la peluca, la cual deben usar las mujeres para ocultar su cabello excepto de su esposo; la de la separación de sillas en la sinagoga entre hombres y mujeres o el hecho de que la lectura pública de la Torá sea un privilegio solo de hombres, dan cuenta del tratamiento discriminatorio. 

La actitud que el rabino tuvo con su hija Ronit, de borrarla de su vida, muestra no sólo el rechazo por su condición homosexual, sino también la necesidad de hacerlo visible para no perder el respeto de sus seguidores. 

Al igual que en dos de las películas más conocidas de este mismo director (Sebastián Lelio), "Gloria" y” Una chica fantástica", en esta se reivindica la lucha por la identidad, en contra de prejuicios o, como en este caso, de legados arraigados en creencias religiosas. 

Al final, la película muestra el derecho a defender las propias convicciones y es un grito de libertad en la pelea contra estándares establecidos. 

Para destacar, la actuación de sus dos protagonistas, Rachel Weiz y Rachel McAdams. 

EL REPOSTERO DE BERLÍN


Director: Ofir Raúl Graizer
Año: 2017
País: Israel
Protagonistas: Tim Kalkhof, Sarah Adler, Roi Miller

Oren, un ingeniero contratista judío, quien viaja periódicamente en razón de su trabajo, entra un día en una pastelería de Berlín y conoce al dueño y repostero, Thomas, de quien queda prendado. Una relación se establece entre ellos, a sabiendas de que Oren vive con su esposa e hijo en Jerusalén.  

A su regreso a Jerusalén, Oren tiene un accidente y muere. Este hecho cambia la vida de Thomas quien decide viajar a conocer la familia de su amante y se traslada a vivir a Israel. 

Una vez allí, hace contacto con Anat, la esposa de Oren y logra que lo contrate en el café que ella y su cuñado poseen. Thomas oculta cualquier referencia a Oren. La llegada del pastelero le da un nuevo aire al negocio, el cual empieza a ser reconocido. 

Poco a poco se crean lazos entre Thomas, Anat y el hijo que ella había tenido con Oren. El vago conocimiento sobre la vida de Thomas y su excesiva reserva respecto a su situación personal, llevan a Anat a averiguar sobre su pasado. Muy pronto, a partir de algunos de los objetos de Oren que ella se resistía a mirar, descubre la relación que él y Thomas tuvieron. 

Aunque se cuida de divulgar dentro de su familia todo lo que alcanzo a entender, Anat despide a Thomas sin mayores explicaciones. Este regresa a su país y reanuda su negocio en Berlín. La escena última muestra el viaje de Anat hasta Berlín para comprobar lo que no quería creer. 

La película da mucho espacio a los silencios que mantiene Thomas en su labor de repostero, mostrándonos las delicias de sus creaciones, así como la soledad e independencia con la cual lleva adelante su vida. El contraste es grande con Anat, quien tiene la supervisión permanente de la familia de Oren, su marido fallecido. 

La referencia a los códigos de la comida Kosher, los cuales deben ser cumplidos dentro de la cafetería para mantener el certificado del establecimiento, aluden a las exigencias y rigurosidad de vida, que son ancestrales, dentro de los judíos ortodoxos. 

Así mismo, la cinta nos deja ver la resistencia que crea en Israel tener a un alemán como empleado, pues las heridas de la Segunda Guerra Mundial no acaban de sanar y se han trasladado a generaciones posteriores. 

Al final, entendemos que Oren había tomado una decisión de vida, la cual alcanzo a comunicar a su esposa poca antes del accidente que causó su muerte. Esa radical decisión no iba a ser aceptada dentro de su familia ni al interior de los judíos de Jerusalén. 

Según palabras del Director Ofir Raúl Graizer sobre la película “siempre quise contar una historia sobre gente que no quiere ser diferente a través de identidades políticas, sexuales o nacionales. Gente que diga “me da igual esta identidad, soy quien soy. Quiero amar a alguien porque necesito estar cerca de esa persona no porque soy homosexual o heterosexual””.


miércoles, 17 de abril de 2019

BOTERO



Director: Don Miller
Consejera creativa: Lina Botero Zea
Año: 2019

El documental, producido por Lina Botero Zea con la dirección de Don Miller, sobre el pintor colombiano reconocido mundialmente Fernando Botero, recorre varios momentos de la vida del artista, a partir de su propia narración y la de sus 3 hijos. Esta acompañado con la presentación de algunas de sus obras pictóricas y de sus esculturas.  Son descritos los hechos que vivió y las circunstancias personales que enfrentó, pues como el pintor lo manifiesta "Uno no puede escapar a su tiempo". 

Sus inicios en Medellín, donde nació y muy niño quedó huérfano, lo marcó puesto que "todo el arte grande que existe fue primero parroquial". Muy pronto, gracias a los $7.000 que ganó por el premio nacional de pintura viajó a Europa. Estuvo conociendo los grandes pintores en Italia, Francia y España. 

También vivió en Nueva York, donde, como lo expresa el artista y una de las curadoras entrevistadas, persistió en el arte figurativo, a pesar de que el arte abstracto era el de vanguardia y lo demás lucia anacrónico. En esa línea encontró su propio estilo, característico por el colorido y el volumen en su obra.

"Un día hice un dibujo de una mandolina de rasgos muy generosos y en el momento de hacerle el hueco a la mandolina se lo hice muy pequeño. Pero mucho más pequeño y la mandolina adquirió unas proporciones fantásticas. Me puse a verlo y a preguntarme “¿bueno, aquí que pasó?". Mi talento fue haber reconocido que algo había pasado". 

En París se nutrió de los pintores expuestos en los grandes museos, destaca su especial admiración por Piero Della Francesca y dentro de los pintores contemporáneos por Picasso, con quien compartió después de su fallecimiento, una exposición. 

Resulta destacable la sinceridad del pintor sobre su pasión por la pintura, un oficio al que dedica varias horas cada día y que aún hoy, a sus 87 años, continúa haciendo; así mismo, su ambición para ser el mejor pintor del mundo "En América latina uno queda feliz con pintar mejor que el vecino y eso no significa nada...se necesitan modelos de perfección".  

Afirma que un pintor famoso solo tiene un estilo único durante toda su vida artística "cambiar de estilo es como cambiar de convicciones... Para cambiar de estilo se tiene que cambiar de manera de pensar". 

El documental resalta hechos que marcaron la vida de Botero y que por tanto refleja en sus pinturas. La muerte trágica de su hijo Pedrito, a quien se dedicó a dibujar durante los 8 meses siguientes al deceso. La violencia de la mafia en Medellín en los años 80's, a través de las representaciones de Pablo Escobar, de las matanzas y de los entierros colectivos. Las torturas y abusos practicados contra los presos musulmanes por parte de carceleros de Estados Unidos en Abu ghraib, Iraq, que fueron inspiración para una serie de pinturas y dibujos. 

Los hechos dolorosos están matizados con obras alegóricas a las corridas de toros, la familia, el circo, los bodegones y los jarrones de flores llenas de humor y de color. 

La creación de sus esculturas monumentales en bronce fue otra apuesta del pintor que lo llevó a aprender del trabajo en tercera dimensión. En Pietrasanta, donde se conservan talleres de fundición con trayectorias centenarias, es donde trabaja sus obras. 

Las generosas donaciones de Botero tienen mención en el documental. Su colección privada de grandes pintores del arte universal la entrego al banco de la Republica de Colombia; Incluso, después de haber expresado su decisión de donarlas, compro nuevas obras para ampliarla. El museo de Antioquia recibió otra parte de sus cuadros y la ciudad de Medellín de sus esculturas gigantes. La universidad de Berkeley, en California, recibió la donación de la serie de Abu ghraib. 

Botero es el pintor vivo con mayor número de exposiciones internacionales, muchas de ellas realizadas en escenarios al aire libre (China, Paris). 

El documental dedica mucho tiempo a su familia, y aunque para Fernando Botero sus dos pasiones son la familia y la pintura, parece exagerado el protagonismo que sus tres hijos tienen en él. Se resiente en cambio el espacio prácticamente nulo a los pintores colombianos o a pintores del arte universal diferentes a los ya mencionados. Igualmente hay una mención muy pobre a su esposa, la artista Sofía Vari, con quien ha compartido los últimos 40 años de su vida. 

En el balance, a pesar de las carencias manifestadas, el documental resulta muy positivo, especialmente por las palabras de Fernando Botero, que muestra las facetas artística y personal y destacan su compromiso y dedicación a su oficio e irradian sinceridad y honestidad. 

Una suerte que este homenaje se haya podido hacer en vida del artista. 

*Se toman apartes de la entrevista realizada a Botero por Ana María Escallón, en 1992, la cual acompañó el calendario propal. Los temas se mencionan en el documental.






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  El tema sobre la transexualidad ha sido tratado en muchas películas, algunas bastante reconocidas. Menciono por ejemplo a la Belga “Girl”,...