RUTH BADER GINSBURG: UNA ABOGADA ADMIRABLE

  Una película y un documental sobre su vida.

“No pido ningún favor para mi sexo, todo lo que pido es que dejen de oprimirnos”. Sarah Grimké, abolicionista citada por Ruth B Ginsburg.

 

“Madre, mujer y judía”, como se lo recordó uno de los abogados con quien se entrevistó después de haber terminado sus estudios de derecho en la Universidad de Columbia en New York. Esa era Ruth Bader Ginsburg, pero por encima de todo, una brillante abogada que acaba de fallecer a sus 87 años.

Un perfil de esta valiente mujer podemos verlo en el documental “la Jueza”, respaldado en imágenes de archivo que nos muestran su desempeño frente a los casos que defendió, además de su faceta personal a partir de testimonios de familiares y amigos cercanos. Por su parte la película “la voz de la igualdad” se concentra en uno de los casos emblemáticos que fueron asumidos por esta abogada, dentro de su propósito de lograr la equidad de género, en momentos en los cuales se discriminaba por pertenecer a uno u otro sexo y cuando aún estaban lejos las actuales conquistas, especialmente para las mujeres.

Desde que RBG, como después fue conocida, inició estudios de derecho en la universidad de Harvard, culminados después en la universidad de Columbia, pasando por la dificultad para conseguir un trabajo como abogada una vez titulada, y sorteando muchas situaciones personales como la enfermedad de su marido, siempre estuvo obsesionada por la discriminación de género.

Doce entrevistas afrontó Ruth Ginsburg en los bufetes de New York tratando de engancharse laboralmente, siendo rechazada a pesar de haber sido una de las mejores alumnas en las 2 universidades donde estudió. Ello la obligó a vincularse como docente en la Universidad de Rutgers, llenando la vacante dejada por un profesor negro. A partir de un estudio que ella adelantó sobre las leyes promulgadas en Estados Unidos, se dió cuenta que estas limitaban la vida, tanto laboral como personal, dada la condición de género. Romper estas barreras se convirtió en su propósito de vida, haciéndose cargo de asuntos que la mayoría de abogados no contemplaban o creían que significaban una causa perdida.

Uno de dichos casos es el tema de la película aquí reseñada. Se trata de un hombre al cual no se le aceptó una deducción de impuestos por su labor de cuidador de su madre, argumentando que se trataba de una posibilidad reservada solo para las mujeres. De manera inteligente RBG escogió este incidente, previendo que podría tener mejor acogida y argumentando que no se trataba solo de las mujeres, sino de decisiones que estaban afectando a todos, pues se basaban en el género: “la ley no debería penalizar o beneficiar por género”. La Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos -CSJ-, acogió los argumentos de RBG y fue éste, el inicio de una serie de precedentes tendientes a armonizar una constitución que promulgaba los mismos derechos para todos los ciudadanos y un sinnúmero de leyes que los limitaban. “Las leyes son inconstitucionales”, decía ella.

El documental “la jueza” aborda otros casos defendidos por Ruth E Ginsburg que allanaron el terreno de las conquistas de género. Uno de ellos fue el reclamo de una joven perteneciente a la fuerza aérea, a quien le fue negado un préstamo de vivienda el cual si les otorgaron a sus otros compañeros del sexo masculino. Otro de los procesos fue el de un viudo que pedía los mismos beneficios que en su momento se les concedían a las madres, respecto a sus hijos. Ambos fueron llevados a la CSJ en EE.UU y obtuvieron sentencia favorable para RBG.

Dos personas fueron su inspiración para estas luchas: Jhon Marshall y Dorothy Kenyon. El primero defendió los derechos de los negros; la segunda, los derechos de las mujeres.

Su carrera y sus ideas progresistas permitieron que RBG fuera nominada para hacer parte de la CSJ, durante el gobierno de Bill Clinton y como lo manifiesta este ex presidente en el documental, fueron suficientes los primeros quince minutos en la entrevista que él tuvo con ella, para convencerse que era la indicada para el cargo. En la audiencia para su posterior ratificación en el senado, en 1993, RBG contó su historia personal y defendió su posición sobre la necesidad de luchar por el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones, incluyendo la del aborto. Aun con posiciones en contra de principios que defendían los republicanos, obtuvo una mayoría de 96 votos a favor y solo 3 en contra.

Otros aspectos se abordan en las dos cintas mencionadas, como por ejemplo el gusto de Ruth B Ginsburg por la ópera y sus excelentes relaciones con contradictores como el juez Antonin Scalia, compañero en la CSJ y quien tenía un pensamiento totalmente opuesto al de ella. Pero quien sin duda fue fundamental en la vida de esta mujer y contribuyó a su éxito profesional y personal fue su esposo, Martin Ginsburg, abogado también, compañero en la Universidad de Harvard y quien desarrolló una brillante carrera como tributarista.

El acompañamiento permanente de Marty, como RBG llamaba a su marido, el apoyo que le consiguió para obtener su nominación a la Suprema Corte; el rol que cumplió al interior del hogar con sus hijos y en las labores domésticas para que ella pudiera dedicarse a su trabajo que tanto le apasionaba, fueron apreciados y reconocidos por ella misma: “Marty estaba tan seguro de su capacidad que nunca me considero una amenaza”.

Mucho reconocimiento tuvo en vida la juez Ginsburg, al punto que su imagen y la abreviación de su nombre como RGB, fueron tomados del rapero Notorious B.I.G. Fue motivo de admiración de los estudiantes jóvenes, pero especialmente de las mujeres para quien ganó espacios impensables en los Estados Unidos hace 60 años.

En la actualidad la silla vacía que dejó RBG como uno de los nueve miembros de la CSJ de EEUU, cuyos periodos son vitalicios, es motivo de controversia. Aunque el nombramiento de su reemplazo es una potestad del presidente Trump, se está ad portas de las elecciones y muchos manifiestan que esta decisión debe posponerse hasta después de que se posesione el nuevo Presidente, como así se lo exigieron al presidente Obama en su momento.

De por medio están temas como la inmigración, el Obamacare, el aborto, que, dependiendo de la composición de la corte, conservadora o progresista, puede tomar decisiones en uno u otro sentido. Así mismo esta Corte deberá dirimir demandas contra las elecciones, en caso de que se presenten.

De cualquier forma, mucho se debe agradecer a la juez Ruth Bader Ginsburg que con sus ideas progresistas posibilitó espacios de equidad para las mujeres en Estados Unidos, que han servido de ejemplo para el mundo. “Estamos pidiendo que protejan el derecho del país a cambiar”.

Nota: Ambas películas se pueden ver en Amazon Prime