THE SQUARE
Esta película, que no
es fácil de digerir, nos muestra a través de contrastes temas como los de la
libertad de expresión, el arte versus el mercadeo de éste, el mundo de la élite
frente al de los marginados. El espectador se siente confrontado con
situaciones que no se resuelven, sino que, por el contrario, quedan a su libre
interpretación.
El protagonista,
Cristian, es el curador de un museo en Suecia, y a través de las
exposiciones que organiza, nos deja ver algunas obras controversiales. En una
de ellas, un performance, un hombre imita a un orangután y asume de tal manera
su rol que olvida que es humano. Otra, una instalación de pequeñas montañas de
piedra, es alterada por el aseador cuando realiza su oficio y simplemente
se reconstruye sobre una foto anterior. La otra instalación es The Square (el
cuadrado), que da el título a la película; de acuerdo con palabras de la
artista, es "un santuario de confianza y solidaridad. Dentro de sus límites
todos tenemos los mismos derechos y obligaciones".
A partir de las
obras se derivan inquietudes sobre lo que puede considerarse o no arte, si esta
debe transmitir o no un mensaje, que tanto tiene que ver el reconocimiento de
una obra con la promoción que se haga de ella.
Así mismo, a través
de Cristian, una persona con mente abierta y liberal, se muestran los límites a
la tolerancia, cuando los acontecimientos involucran su situación personal. El
caos generado por el robo del cual fue víctima, confronta sus convicciones y
muestra su fragilidad. El círculo en el cual se mueve el
protagonista, en una sociedad como la sueca, con altos estándares de respeto,
mantiene distancia con quienes "no son como nosotros”. Esta es una
paradoja frente al mensaje de la obra "Square", que en teoría es
impecable.
Los límites a la
libertad de expresión, son cuestionados. Un vídeo que se realiza para promover
una obra de arte, sobre una niña indigente que estalla a consecuencia de una
bomba, ¿debería vetarse, o en aras de la libertad de expresión permitirse? ¿Qué
hay de mercadeo y que hay de verdad en explotar los sentimientos de
culpabilidad de los ciudadanos, frente a las adversidades de otros,
especialmente en países desarrollados?
Una cinta con más
preguntas que respuestas pero que invita a la reflexión y al
cuestionamiento.
UNA MUJER FANTÁSTICA
A partir de la
muerte de la pareja de una joven transexual, que trabaja como mesera de día y
cantante en la noche, esta película refleja la intolerancia y el machismo
de la sociedad, que aún se resiste a aceptar otros géneros.
El maltrato y abuso
del cual es víctima Marina Vidal, la protagonista, después de la muerte de su
pareja, Orlando, quien estuvo casado y tuvo un hijo, es mostrado con gran
acierto. El director no incurre en exageraciones, más bien apela a la tristeza
y a la soledad que embarga por igual a cualquiera que pierda su compañero de
vida.
La Familia de
Orlando se niega a aceptar que Marina, dada su condición sexual, pueda tener
sentimientos auténticos respecto de éste y que haya tenido un choque con su
muerte. Ello se muestra en escenas como la del apartamento donde ambos convivían
y que rápidamente le piden desocupar o en las escenas donde le piden no asistir a su entierro.
En ese sentido la
cinta nos muestra los prejuicios que se generan en una sociedad que ha avanzado
en la aceptación de los gays pero muy poco en la de los trans: el acoso y maltrato
de las autoridades, quienes dudan de las causas de la muerte de Orlando, el desprecio
de la ex-esposa y del hijo, los golpes que recibe cuando reclama su derecho a
estar en la misa y en el entierro.
Muy buena actuación
la de Daniela Vega, quien ha cosechado varios premios internacionales. Su papel
lo desempeña con mucha desenvoltura, y no sólo por su condición trans, sino por
la credibilidad que da a su personaje quien no niega su condición, sino que la
reafirma buscando su lugar.
A pesar de la
dureza en el trato a la protagonista, hay un ánimo y una frescura del personaje
para superar con entereza su situación, que nos permite vislumbrar con
optimismo el futuro de quienes reclaman lo que merecen. En ese sentido la
escena de Marina regresando a sus clases de canto lírico y la escena final
dando un recital son un mensaje de esperanza y de fe.
La música acompaña
muy bien las escenas. La canción de despedida, cuando Marina acompaña el cuerpo de Orlando antes de ser
incinerado, es muy elocuente. “Time”, de Alan Parsons, dice “adiós mi amor, tal
vez sea para siempre. Quien sabe cuándo nos volveremos a ver”.
El Director
Sebastián Lelio, quien caracteriza muy bien a sus personajes, tal como lo hizo
en la cinta “Gloria”, resumió en una entrevista lo que pudo ser el éxito de su
película “Yo creo que el gran problema es el tono, el tono es el secreto. Y lo
otro es la estética, porque bueno, la estética es la ética.”
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