Director: Yohiro Takita
Año: 2017
País: Japón
Protagonistas: Kazunari Ninomiya, Hidetoshi
Nishijima, Go Ayano, Aoi Miyazaki, Daigo Nishihata
Esta película hace un recorrido por la vida
de dos cocineros japoneses, en dos momentos históricos distintos. Uno de ellos
se sitúa en la actualidad, Mitsuro Sasaki; el otro, en la década de 1930, Naotaro
Yamagata. La historia de ambos está unida por la pasión de su oficio, pero
paulatinamente la cinta nos revela que también debido a otros motivos.
Mitsuro Sasaki está dedicado a replicar un
plato especial de cocina para ser deleitado por quien, estando ad portas de la
muerte, está dispuesto a pagar por ese último deseo. En el desarrollo de su trabajo,
es convocado un día a China para cumplir con una petición muy particular:
conseguir las recetas del "menú imperial japonés". El recetario,
compuesto por 112 platos, fue elaborado a inicios de la década de 1930, pero a
través de los años se ha perdido el rastro de este trabajo.
En la búsqueda de este encargo, que Mitsuro
accede a realizar, la película va recreando además de su propia historia la de
Naotaro Yamagata, quien resulta ser el artista de la gastronomía responsable de
elaborar, a partir de 1933, las recetas del menú imperial destinado a
homenajear al emperador japonés durante una visita que tenía proyectada
realizar a Manchuria.
En la historia de Mitsuro se resalta que
gracias a su afición y dedicación abrió un restaurante de gran acogida, el cual finalmente quebró tanto por
causa del afán perfeccionista de su dueño como por la poca confianza en sus
propios colaboradores. En paralelo, la película nos muestra el viaje de Naotaro
en 1933, desde Japón a Manchuria, para cumplir con la misión de armar el menú
que superará al banquete imperial chino de la dinastía Quing, y que constaba de
108 platos.
En la reconstrucción de la historia que va
haciendo Mitsuro sobre Naotaro, a partir de las entrevistas con las personas
que lo conocieron, la cinta nos remonta a la Manchuria de la época,
concentrándose en las instalaciones de la cocina del regimiento militar
donde Naotaro pasó la mayor parte de su tiempo. Allí, él diseñó en compañía de sus
ayudantes los maravillosos platos que pretendían, en sus propias palabras,
"deleitar a personas de todo el mundo".
Después de 5 años, Naotaro y su equipo
cumplieron su objetivo. Su esposa se encargó de fotografiar el paso a paso de
las recetas y
juntos elaboraron un libro,
el cual fue resguardado con gran secreto.
La preparación de los platos es mostrada en
detalle y nos permite apreciar la creatividad y el ingenio para combinar
tradiciones de Oriente y de Occidente, la laboriosidad de las salsas y el
cuidado de los ingredientes, la importancia en la mezcla de sabores y la
relevancia de las presentaciones. Ni que decir de los nombres que allí
desfilan: calabaza China jade cocida a fuego lento, rollo de primavera de ayú,
caviar con fideos samún al estilo de la vía láctea, consomé doble de tortuga china
de caparazón blando, caleidoscopio de delicias de mar y montaña, sueño de
embriaguez de dama persa con vino tinto, 3 mosqueteros del sur con cerdo
manchú, bolas de harina de arroz bañadas en miel, árbol de mango con forma de
escultura de Gandhara.
El libro de recetas, terminado en 1938, se
convierte en motivo de disputa entre el chef Naotaro y el comandante militar de
Manchuria, pues este último pretende usarlo para intrigas políticas. Valga
decir que, para la época de los hechos, Manchuria (ubicada al noreste de China)
había sido ocupada por Japón y funcionaba como un protectorado. Por años esta
región fue disputada con la Unión Soviética. En medio de las intrigas, Naotaro
enfrenta con valentía este desvío del propósito fundamental de "dar
felicidad con la comida" y eso marca su destino.
Al final de la investigación que hace
Mitsuro sobre Naotaro se cruzan las vidas de estos dos especialistas del arte
culinario. Para evitar romper con el hechizo de la
trama, solo resta agregar que una vez juntadas todas las piezas, podemos
entender la similitud de los personajes en su creatividad, su rigor culinario y
en esa cualidad tan escasa y que ambos comparten de poseer el "sabor
absoluto", que como bien lo expresa uno de los ayudantes de cocina,
permite a los cocineros que una vez sea probado un sabor este no se olvide.
El recorrido por la vida de Naotaro lleva a
Mitsuro a reflexionar sobre sus propios comportamientos y a meditar sobre lo
que significa ser cocinero: "hacer sacrificios, esforzarse y ponerse hasta
el límite. Eso es lo que hace un verdadero profesional. Es una batalla contra
uno mismo". "Que cualquiera puede cocinar si le pone
sentimiento...eso es lo que dice la gente sin talento, enseguida ponen excusas
como el calor de la familia".
Más que la historia de los dos cocineros,
que de todos modos resulta
intrigante pues terminan conectándose, lo más asombroso es disfrutar con la
preparación de los platos y su presentación; el goce y la complacencia de ellos,
tanto para quien lo hace como para quien lo come. Una película que combina dos épocas
y que nos lleva a apreciar la creación de recetas procedentes de países con
gran tradición culinaria.
La cinta está basada en el libro "the
last recipe" de Keichi Tanaka.
Del director: Yojiro Takita (nacido en 1955)
es un director japonés con más de 20 películas a su cargo. En 2008 ganó un
Óscar a mejor película extranjera con "la despedida". Otras de sus
películas son: "la última espada", "final de partida",
"la batería", "el maestro del yin yang".
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