lunes, 14 de enero de 2019

BOHEMIAN RAPSODY




Director: Bryan Singer. La terminó Dexter Fletcher 
Año: 2018
País: Reino Unido
Protagonistas: Rami Malek, Gwilym Lee, Ben Hardy, Joseph Mazzello, Lucy Boynton


Más que sobre Queen, el inolvidable grupo inglés de Rock, o sobre la canción que le da su título, esta es una película sobre Fredy Mercury, el vocalista que tanto contribuyó al éxito de la banda. 

Hay que decir que es una película honesta con el público en la medida en que no se centra ni en las desmesuras de su cantante (tampoco las evade) sino que da relevancia a sus composiciones e interpretaciones musicales. Es la música la verdadera protagonista, porque fue la razón de ser de Mercury. 

La personalidad audaz, transgresora, arriesgada del cantante fue la que impulsó a nuevas propuestas, también la que brindó espacio a sus compañeros de grupo y les dio un lugar en la historia del rock. 

Mercury, apellido que no era el original (lo acogió en honor al dios mercurio), fue objeto de burlas por lo pronunciado de sus dientes y por su vestimenta estrafalaria. Provenía de un hogar conservador, con raíces hindúes por parte de su madre. En el seno de su familia esperaban un hombre más convencional, pero él tenía claro su camino y no traiciono su propósito.

Aunque es un poco novelada la relación con el grupo de música Smile, con quienes empezó a tocar, están bien tratados los conflictos que se generan entre los miembros de la banda en la medida en que ellos se hacen famosos.  La relación con quien fuera su novia también luce un poco fantasiosa. 

Las facetas sórdidas de Fredy Mercury también se muestran: sus excesos con las drogas y el alcohol, la traición a sus compañeros cuando decide cantar como solista o la manipulación de la cual fue objeto por parte de uno de sus amantes. Aquí es muy destacable el papel de Rami Malek, quien lo interpreta.

El sida, la enfermedad que finalmente mato al músico, no es explotada con morbosidad, al contrario, la cinta enfatiza en el mensaje que Mercury dio a su banda: seguirá tocando y cantando hasta que pueda y no quiere generar compasión. 

Muy importante las escenas de creación de Bohemian Rapsody, las cual surge por la presión de los productores para que Queen siga componiendo éxitos y por la necesidad de crear algo diferente. El disco termina haciéndose con el aporte de todos, con sobregrabaciones vocales que causaban el efecto de un coro de ópera. 
Cuando lo concluyeron, tenía una duración de 5:55 minutos, por lo que tuvo problemas para su difusión en radio, pero terminó siendo su himno y elegida como una de las canciones más importantes del siglo XX.

En el inicio, la película se siente un poco caricaturizada, sin embargo, gana mucho cuando se concentra en las canciones del concierto "Live Aid" realizado en 1985, el cual se hizo para recoger fondos destinados a combatir el hambre en Etiopía. Las interpretaciones constituyen un final maravilloso dejando un hondo recuerdo de lo que representó la música de Queen. 

Sobre el director. Bryan Singer es un director estadunidense nacido en Nueva York en 1965. Otras de sus películas son “los sospechosos de siempre”, premiada en los Oscar; la serie de” X-Men”, “Superman retorna”. Fue despedido de la dirección de Bohemian Rapsody y por esa razón le fue entregada a Dexter Fletcher, actor y director inglés.

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