PAULA
Año: 2016
País: Alemania
Director: Cristian Schwochow
Protagonistas: Carla
Juri, Albrecht Schuch, Roxane Duran
Esta película alemana cuenta la
historia de la pintora Paula Becker, a partir de sus 24 años y hasta su muerte
a los 31. A principios del siglo XX, en Alemania, en un pueblo llamado
Worpswede, Paula solo quiere ejercer su oficio artístico y tanto por el hecho
de ser mujer como por la época, no se acepta que ella tome con autonomía tal
decisión, que pretenda vivir de la pintura y mucho menos, que se rebele contra
los cánones artísticos respetados y acogidos en el pueblo.
La artista, desde sus inicios, se niega
a reflejar la "perfección y la exactitud" como se lo exigen su
maestros y lucha por identificar su propio estilo. En la búsqueda de su
propósito, viaja a París, ciudad que le brindará mayor libertad para su vida
personal y para su pintura.
En estos años, la película nos
muestra su relación con el también pintor Otto Modersohn, viudo, con quien
mantiene una relación de 5 años antes de emprender su viaje a Francia. Su
vínculo es tortuoso pero profundo.
En contraste con escenas de mucha
lentitud, especialmente durante sus inicios en Alemania, la cinta tiene otro
ritmo cuando transcurre en París donde podemos apreciar el mundo artístico
en el que Paula interactuó. Apreciamos el taller de Rodin, donde la amiga de
Paula, Clara, alemana y también con aspiraciones artísticas, tiene que
limitarse a preparar el yeso para las esculturas del maestro. Observamos
también a Camille Claudel, la amante de Rodin, con sus angustias económicas y
su poco reconocimiento como artista, opacada por el escultor. Aparece
igualmente el ex-esposo de Clara, el poeta Rainer Maria Rilke, la persona
que impulsa a Paula a emigrar de su pueblo y se resiste a que vuelva, a pesar
de las mezquindades personales que él tiene con su familia.
Muy destacable la presentación del
entorno con el cual tuvo que luchar la artista: el machismo, los prejuicios
sobre sobre el trabajo de la mujer por fuera de su casa, las dificultades para
quienes se atreven a hacer rupturas frente a lo convencional.
Dada la magnitud de la obra que legó
Paula Becker, 700 pinturas y 1000 dibujos, en la película podemos apreciar muy
pocas, pues se da un espacio mayor a su relación amorosa con Otto, en menoscabo
de las inquietudes y dilemas que enfrentó como artista.
Los paisajes de Alemania están muy
bien ambientados y contrastan con los de París que se reducen a salones.
Muy buenas las actuaciones de los
protagonistas en los papeles de Paula y de Otto así como el de la pequeña que
desempeña el rol de la hija de Otto.
Al final queda la sensación de las
luchas que dan quienes persisten, muchas veces por encima de las presiones
familiares y sociales y de los esfuerzos monumentales de quienes rompen con lo
establecido. Un homenaje a una artista muy representativa de Alemania y de la
cual muchos desconocíamos.
UN HOMBRE LLAMADO OVE
Año: 2015
País: Suecia
Director: Hannes Holm
Protagonistas: Rolf Lassgard, Bahar
Pars
Ove, es un viudo de 59 años,
huraño y solitario, quien ha trabajado en la misma empresa desde hace 43 y
de la cual es despedido sin miramientos. La muerte de su esposa marca un
quiebre en su vida y es alrededor de las ausencias, tanto de ella como la de su
propio padre, que se construye el argumento de la película. En el afán de
"reunirse con su esposa", Ove intenta suicidarse de varias maneras,
pero, para su infortunio, falla reiteradamente al surgir cada vez una
interrupción en el momento preciso.
La llegada a su conjunto residencial
de una pareja con 2 hijos, lo confronta con situaciones de las que ha querido
huir como las conversaciones casuales, la convivencia con niños o mascotas o
con cualquier manifestación de desorden.
Es precisamente la esposa del vecino,
Parvaneh, una emigrante iraní, quien, gracias a su actitud abierta y
desprevenida, logra romper la máscara de hielo que ha puesto Ove.
A la par con las escenas que muestran
la soledad actual de Ove, que pretende llenar con su actitud querellante con
todo y con todos, la película nos lleva a sus recuerdos de niñez y de
convivencia matrimonial, para justificar su actitud intolerante actual.
Surge, a mi parecer, una incoherencia
entre los buenos recuerdos que se nos presentan tanto de su padre como de
su esposa, con su drama presente. Su esposa solo murió hace 6 meses y su
matrimonio con esa extraordinaria mujer, fue muy poco después de la muerte de
su padre.
Sí, hay en la cinta, un buen
encadenamiento entre las angustias de Ove con las que empieza a percibir en las
personas que lo rodean y que lo llevan a pensar que no son exclusivas suyas
pues cada uno, a su manera, arrastra las propias. Su único amigo quedó cuadripléjico,
el alumno de su esposa destapa su homosexualidad ante un padre que no la
soporta. Estos eventos, se presentan con dosis de humor, pero también de
demasiada coincidencia por lo que, inevitablemente, lucen como
clichés.
A pesar del final predecible de un
Ove comprensivo y abierto, más cercano a las angustias de los otros, la
película resulta entretenida, la actuación de Rolf Lassgard como Otto es muy
buena y la relación con su vecina resulta divertida.
Después de todo, no deja de ser
cierto que las personas se amargan cuando las penas se esconden, o cuando
los dolores no se lloran y en contraste, el lado más amable sale a relucir
cuando se recibe comprensión y amor.
NO SE METAN CON MI VACA
Año: 2016
País: Francia
Director: Mohamed Hamidi
Protagonistas: Fatsah Bouyamed, Jamel Debouza, Lambert
Wilson
Esta comedia francesa tiene dos
protagonistas, Fatah, agricultor que vive en un pueblo de Argelia y Jackeline,
su inseparable vaca.
Su obsesión por participar en la
feria agrícola en París, convoca a todo su pueblo, quien financia el viaje en
barco hasta Marsella, para posteriormente continuar su recorrido a
pie.
Este periplo por carretera lleva a su
protagonista a involucrarse con quienes se encuentra en el camino y nos
presenta la óptica del campesino en situaciones simples y al mismo tiempo
risibles: Emborracharse con vino de pera, participar sin saberlo de un mitin
contra la feria a la cual va a asistir, convivir con un conde francés
venido a menos, pedir posada en la casa de una viuda llamada Jackeline.
La euforia que crea su viaje a pie
con una vaca, con los campos franceses como telón de fondo, se vuelve motivo
de seguimiento en las redes sociales, aclamando a estos peculiares personajes
como si fueran estrellas. Los eventos, a veces sin ninguna trascendencia, de
los que hacen eco los seguidores virtuales, son presentados con mucha gracia al
punto que la borrachera de Fatah es tendencia con la frase "la culpa fue
de la pera".
Una película sin pretensiones, pero
llena de situaciones simpáticas, unas veces por la ingenuidad del protagonista,
otras por su testarudez y algunas por la omnipresencia de las redes sociales
que crean héroes a partir de los hechos más inocuos.
Para reír un rato.
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