EL CLIENTE. (The Salesman)
Director:
Asghar Farhadi
Año:
2016
Protagonistas:
Shanab Hosseini, Taraneh Alidoosti
Película dirigida por el
Irani Asghar Farhadi, el mismo de “una separación” (ganadora de un Oscar a
mejor película extranjera en el 2012) y quien por esta cinta vuelve a hacerse
acreedor al premio Oscar 2017, causando revuelo por su inasistencia a la
ceremonia, en protesta por el veto de Trump a los musulmanes.
La trama es muy simple: una
joven pareja iraní, Emad y Rana, se ve obligada a trasladarse de apartamento
pues el edificio en el que viven se está agrietando; una vez instalados en el
nuevo, se presenta la irrupción de un extraño en el momento en que Rana toma
una ducha. Este hecho rompe la tranquilidad de la pareja.
Emad tiene un trabajo diurno
como profesor de secundaria y otro nocturno, como actor de teatro, éste último
compartido con Rana. En dos planos podemos ver, por un lado, la cotidianidad de
los esposos afectada por la intromisión de un tercero, y por el otro, escenas
de la obra teatral de Arthur Miller “la muerte de un viajante”, que ambos
representan.
La obsesión de Emad por
encontrar al culpable del suceso contra Rana, junto con el trauma que ha
representado para ella, lo lleva a situaciones límite, que, a mi modo de ver,
no se compadecen con la responsabilidad del personaje, una vez que éste es descubierto
y oímos su versión de lo sucedido. De hecho, sabemos muy poco de lo que
realmente le ocurrió a Rana, aparte del golpe en su cabeza.
Que motiva realmente a
Emad: su afán de venganza?, ¿su rechazo
a la situación que vivió su esposa?, su temor a las habladurías de los vecinos?
El sufrimiento silencioso de su esposa contrasta con la actitud furiosa de su
marido, y esto crea una brecha entre ambos.
El drama que refleja la obra de
Miller, por otro lado, nos muestra a una pareja desgastada, que ha vivido una
relación de años, pero con distancia, y el cansancio del protagonista, quien ha
mantenido otra vida a través de sus continuos viajes. No es gratuita la obra
escogida como telón de fondo, tanto por la distancia que se crea entre Rana y
Emad, como por la vida paralela que lleva el victimario de Rana.
En ambas películas, “una
separación” y “el cliente”, el mayor mérito del Director es que nos permite
acercarnos a valores y códigos culturales arraigados, que no tienen la misma
dimensión en la cultura occidental pero que se vuelven trascendentales para la
cultura de medio oriente. Como lo manifestó el director en entrevista para el
diario el Tiempo “Desde que era niño aprendí esa dicotomía entre hombre y mujer
que allá [Irán] es muy marcada”[1]
“el cliente”, tiene un ritmo
continuo de zozobra y el espectador se hace partícipe del suspenso durante todo
el tiempo, especialmente porque la resolución solo llega al final, cuando
descubrimos quien fue el culpable.
CAMINO A ESTAMBUL (Road to Istambul)
Director:
Rachid Bouchareb
Año:
2016
Protagonistas:
Astrid Whettnall, Pauline Burlet, Patricia Ide
Esta película muestra la
situación personal ante la tragedia de la guerra. Aunque el telón de fondo es el
conflicto de Siria, la cinta se concentra en el drama de una madre cuya hija
abraza el islamismo y la causa de la Yihad. La trama plasma la búsqueda por
parte de Elizabeth de su hija Elodia, en Turquía, de su intento para llegar a
Siria, y el sinsentido que la mujer manifiesta de manera permanente, por verla
involucrada en una guerra que resulta ajena para un país como Bélgica, del cual
son oriundas.
Hay 2 frases que marcan la
película; en una de ellas, a través del diálogo con un sirio en la frontera con
Turquía, éste le manifiesta a Elizabeth, que el único interés para ella es su
hija y que, en cambio, los sirios, son quienes están perdiendo vidas. En el
otro, al final, cuando la protagonista encuentra a su hija en un Hospital de
Estambul, mutilada, Elodia pide a su madre que la acompañe en el camino de vida
que escogió con sus hermanos y hermanas musulmanes, a lo que su madre,
paradójicamente, contesta de inmediato que sí, pues nada justifica para ella la
zozobra de su pérdida y el temor de hallarla muerta. La película concluye con
el llanto de la madre, ante el absurdo de esta situación.
La actuación de su
protagonista es magistral y casi todo el desarrollo de la cinta recae sobre
ella. La forma en la cual está presentado el caso personal, sin involucrar
expresamente el drama en Siria, pero haciendo visible el absurdo de la guerra y
del terrorismo, es el mayor logro de la cinta.
EFFIE GRAY
Director:
Richard Laxton
Año:
2014
Protagonistas:
Dakota Fanning, Greg Wise, Tom Sturridge, Emma Thomson
Estamos a mediados del siglo
XIX y una joven mujer, residente en Escocia, atraviesa, junto con su familia,
dificultades económicas, por lo cual ven en un matrimonio convenido para ella,
la oportunidad para que abandone su casa familiar y alivie su situación. La
ilusión de la llegada con su esposo, un distinguido Ingles, al nuevo hogar en
las afueras de Londres, pronto se verá desvanecida cuando inician su vida
conyugal en la casa de sus suegros. Allí Effie, la frustrada protagonista de
esta historia, encuentra un ambiente asfixiante, donde el hijo es idolatrado
por su madre, a cargo de todos sus cuidados y manipulado por su padre, quien
dirige su trabajo. No hay entonces espacio para una advenediza pobre, que
debiera estar agradecida por haber sido rescatada por gente rica y honorable, y
casada con un personaje reconocido por su oficio de crítico de arte. Para sumar
a las desgracias de Effie, las relaciones con su esposo son inexistentes, aún
en el campo sexual, pues Jhon Ruskin es impotente y aunque duerme con ella, no
ha intentado siquiera tocarla.
Los silencios cotidianos en
una casa donde se obvia la presencia de la joven mujer, la indiferencia del
esposo y el desprecio de sus suegros, la llevan a la enfermedad, que como bien
lo expresa su médico, es la manifestación de sus angustias por falta de cariño.
Solo el viaje que emprende con su esposo a Venecia, le da un corto periodo de
felicidad y despierta las inquietudes de Effie por una vida distinta.
Los resentimientos que
empiezan a generarse en la pareja, alimentan el odio mutuo. Por parte de él,
por su animadversión a las mujeres y su incapacidad de relacionarse con ellas;
por parte de ella, por el sentimiento de frustración y humillación permanente
al ver lesionada su autoestima. La salida previsible para Effie, además de
buscar el amor en otro hombre, es aliarse con una amiga, liberal y sensible,
para que juntas puedan buscar fin a ese matrimonio.
Al final, nos solidarizamos
con la protagonista y nos alegra la ofensa y la vergüenza que puede provocar en
Jhon, quien tanto la maltrató. La presión sicológica que se percibe en los
personajes a lo largo de toda la película, es el sello más característico,
pues, aunque parece sutil (no hay atropellos físicos, ni siquiera gritos), la
tensión termina contagiando todas las situaciones y llenando todos los
espacios.
Una buena realización, con un
argumento que evidencia el machismo y el atropello a la mujer, con el frio
toque de la flema inglesa.
P.D. : La película está
basada en hechos reales y es una historia que se ha llevado al cine y al teatro
varias veces. Effie (Euphemia Chalmers) nació en 1828 y murió en 1897 y su matrimonio
y separación con el pintor Jhon Ruskins fue un acontecimiento que tuvo mucho
eco en la época, por la condición social e intelectual de ambos personajes.
Muy buenos comentarios sobre las películas, que motivan al lector a verlas.
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