CHURCHILL
Director: Jonathan Teplitzky
Año: 2017
País: Estados Unidos y Gran
Bretaña
Protagonistas:
Brian Cox, Miranda Richardson, Jhon Slattery
Estamos en 1944, un año antes
del fin de la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos se ha unido a los países
aliados para combatir a Hitler, en tanto que Francia se encuentra invadida. Se
prepara entonces un desembarco en las costas de Normandía que obligue a
retroceder a los alemanes, impida su llegada a Inglaterra y permita la
liberación de Francia. La estrategia es preparada por Eisenhower (Estados
Unidos), Montgomery (Inglaterra) y la participación del primer Ministro Inglés
Winston Churchill.
En este contexto histórico, la
película se centra en la dimensión personal del líder Ingles, enfocado en un
momento muy concreto: los días que transcurren entre el diseño de la estrategia
del desembarco y el día de inicio del mismo. Este hecho será determinante para
el futuro de la guerra.
Más que mostrar lo que
significó esta decisión, vemos, a lo largo de 111 minutos, a un Churchill en
sus diferentes dimensiones. Su desgaste como estratega de guerra, al cotejarse
con nuevas figuras como las de “Ike” y “Monty”, comandantes de Estados Unidos y
de Inglaterra respectivamente. El temperamento de confrontación de Churchill, quien,
por su participación en guerras inglesas anteriores, se sentía con derecho a
opinar al mismo nivel que los militares. Sus discusiones con Eisenhower, que
reflejan su testarudez y sobre todo, la dificultad para quedar al margen de las
decisiones.
Se da espacio en la cinta a
las relaciones de Churchill con su esposa, Clementine, la persona que no temía exponer
su criterio para enfrentarlo y mostrarle sus limitaciones, en momentos en que
una nueva generación de líderes se estaba abriendo paso; así mismo, para
atemperar un personaje que avasallaba a las personas que trabajaban con él y para
que se sobrepusiera a la depresión y a los cambios de temperamento por su
adicción al alcohol.
Igualmente, se nos presenta
relación con Stugg, su edecán y tal vez otra de las pocas personas en quien Churchill
confiaba, pero con quien continuamente discutía.
Hay dos escenas que más
parecen de teatro que de cine y que por sus diálogos deben destacarse. Una, es
la conversación con el rey Jorge VI de Inglaterra, quien intercede para que Churchill
deje actuar a Eisenhower, donde se nos muestra a un primer ministro respetuoso
de la corona y de lo que ella representa. La segunda, es el rezo en su
habitación pidiendo que llueva, antes del día D, para evitar el desembarco y
que se produzca una masacre contra los soldados ingleses, pues su temor es que
se repita el fracaso de la batalla de los Dardanelos, en la que él participó y que
en 1915 (I guerra mundial) llevó a la muerte de un número importante de sus
compatriotas.
La película retrata más que
al líder, al hombre, quien también tiene dudas y temores, pero que siente la
responsabilidad de garantizar un futuro no solo para su país, sino para buena
parte de Europa, evitando que gran parte del mundo quede subyugado a un
personaje como Hitler.
La personificación que de
Churchill hace Brian Cox es magnífica, pues refleja la fuerza de su carácter y
la responsabilidad del líder que debe conducir a su pueblo.
Igualmente, Miranda
Richardson, en el papel de Clementine, personifica con total credibilidad la
carga que representa ser la esposa de un personaje recio, enseñado a hacer su
voluntad, pero que ve en ella la persona capaz de cuestionarlo.
Una película introspectiva
que nos muestra una dimensión de Churchill más humana pero menos difundida.
DUNKERQUE
Director: Cristopher Nolan
Año: 2017
País: Estados Unidos
Protagonistas:
Fionn
Whitehead, Mark Rylance, Tom Hardy
Esta película trata sobre la
evacuación de soldados ingleses y de las fuerzas aliadas, del puerto de Dunkerque,
en Francia, durante la segunda guerra mundial, en el año de 1940. Soldados
británicos, franceses y belgas se encontraban rodeados por los alemanes quienes
habían invadido Bélgica, los países bajos y Francia. Los Nazis esperaban una
rendición gracias a la “tenaza” con que lograron arrinconar a las tropas
aliadas, en las mayores playas de Europa.
Los días descritos en la
película son aquellos de finales de mayo y principios de junio, en los cuales se
buscaba, por parte del mando Ingles, que los soldados estacionados en las
playas de Dunkerque, sin comida y sin manera de retroceder, alcanzaran
territorio británico, a través del mar que era su única salida.
Es una cinta con pocos
diálogos, pero mucho sonido: el de las bombas, el de los aviones, el de las
balas. De hecho, ninguno de sus protagonistas sobresale o tiene una recordación
especial. Su objetivo, es mostrar la envergadura de una operación que logró la
evacuación de aproximadamente 300.000 soldados, en pocos días, en medio de los
bombardeos alemanes, en un hecho que fue contundente para evitar que se capturaran
o diezmaran las tropas.
La evacuación de los soldados
pudo hacerse porque se generó una especie de tregua por parte de los alemanes
que permitió que además de los barcos ingleses, muchas embarcaciones civiles zarparan
de Inglaterra, cruzaran el canal de la mancha hasta el puerto de Dunkerque y
llegaran de nuevo a su destino. Por ello, se da mérito en la película a todos
aquellos ciudadanos que, arriesgando sus vidas, se embarcaron para rescatar a
sus compatriotas.
A través de historias puntuales,
la película refleja el drama de la operación “dinamo”, como se conoció esta
evacuación: La lucha contra la aviación alemana, se nos muestra en las poderosas
tomas aéreas del piloto Inglés contra sus enemigos; la colaboración que tuvo la
flota inglesa, con el apoyo de cientos de embarcaciones privadas, se nos enseña
con la travesía de un pequeño barco pesquero y el rescate de algunos soldados;
así mismo, el hundimiento de barcos que tocaron la playa pero que no pudieron
salir, mediante el periplo del soldado que tiene que hacer varios trasbordos
para sobrevivir.
Estas historias, sin embargo,
terminan siendo secundarias y no opacan el verdadero propósito de mostrar la
magnitud de la guerra y el valor de la operación que permitió salvar tantas
vidas. Escenas tan portentosas como las de la playa, con un gran número de
extras (6.000), exhiben la angustia frente a la muerte y la esperanza de miles
de soldados de sobrevivir. La confrontación aérea entre pilotos ingleses y alemanes
muestra que la destrucción de ciudades o puertos es considerada de valor
estratégico para vencer. Los hundimientos de los barcos por los bombardeos, muestran
la poca importancia de la vida humana en el campo de batalla, pues hasta un
barco de heridos de la cruz roja es atacado.
El manejo de estas grandes tomas
y la banda sonora, a cargo de Hans Zimmer, son lo más valioso de esta película.
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